Es conocido que en las prácticas médico-quirúrgicas se presentan frecuentemente casos que derivan en juicios por mala praxis. Es que la creciente actividad en consultorios, sanatorios y hospitales de la mano del aumento demográfico y de profesionales graduados deriva, obviamente, en mayor cantidad de errores, accidentes o negligencias que terminan en la Justicia. Hoy es casi una constante que los médicos pongan a cubierto su responsabilidad en el seguro respectivo. Sin embargo no son los únicos profesionales sujetos a tener que responder frente a perjuicios causados por el accionar de los actores de las especialidades. Ahí están todos: médicos, ingenieros, contadores, arquitectos, escribanos y cuanto graduado deba prestar sus servicios a terceros y por los cuales resulten perjudicados. Y conste que el damnificado tiene hasta 10 años (según lo establece el Código Civil) para reclamar el resarcimiento que resulte a su favor, antes de que prescriban los efectos de la causa. También en este aspecto el mercado asegurador ve crecer día a día el margen de su actividad y es bueno que la gente lo sepa.