Escribe: José Luis Martino

¡Qué larga se hizo la espera! ¿Quién dijo que dos años no es nada?
Para los que sentimos al rally como parte de nuestras vidas nos pareció una eternidad.
El sistema de rotación de carreras por el campeonato del mundo nos privó de ver en acción la temporada anterior a los poderosos WRC en su año de despedida, tiempo que nos dejó especular sobre los nuevos modelos con reglamentos totalmente cambiados.
La visita de los autos del Intercontinental Rally Challenger (IRC) en 2010 llegó con el rótulo de “Los autos de 2011” pero con el correr de los meses la idea se fue esfumando para arrancar el actual calendario con nuevos modelos pero con reglamentos bastante parecidos que disuadieron a aquellas marcas que habían mostrado el interés de sumarse al campeonato.
El comienzo de temporada fue similar a las últimas ediciones, Citroën y Ford como las únicas marcas disponibles para la demanda de los pilotos con la sola excepción de Mini Cooper que debutó en la fecha anterior en Cerdeña pero que tiene un programa reducido de carreras.
Más de lo mismo dijeron los especialistas en el tema aunque VW con su modelo Polo haya anunciado su reingreso al rally mundial en 2013, o que Toyota muestre su interés de retornar a la categoría que más satisfacciones le dio en su incursión deportiva.
Será cuestión de continuar esperando para ver varias marcas competitivas en el máximo certamen pero lo concreto es que en Argentina y en Córdoba por ahora, tenemos otra vez rally, con una apreciable cantidad de buenos competidores que han demostrado cualidades para convertirse en candidatos a ganar.
Sebastien Loeb, Sebastien Ogier, Jari-Matti Latvala, Mikko Hirvonen y Petter Solberg son los potenciales aspirantes por lo que cualquiera de estos nombres no sorprendería verlos ocupar el lugar de privilegio en una clasificación final y todos estarán en nuestro país. Los franceses que defienden a la marca de los dos chevrones, para ratificar el dominio ejercido hasta el momento con cuatro victorias sobre cinco carreras y los del óvalo, para torcer lo que parece casi quimérico a pesar de los intentos de sus abanderados finlandeses que toman en cada carrera más riesgos de los aconsejables para cambiar la tendencia.
Otra vez rally, esa es la gran noticia para que miles y miles de cordobeses comiencen a proyectar la sincronizada estrategia que terminará con verdaderos campamentos al costado de la ruta dándole un marcos que no es frecuente en el circuito mundial.
A propósito de Córdoba y cordobeses vale recordar por los incesantes anuncios y comentarios que cada vez que el rally se mudó de esta provincia total o parcialmente, complicó los excelentes antecedentes y los años de una paciente construcción para lograr la excelencia organizativa.
Será que este deseo tiene mucho más que ver con lo que dicta el corazón que con cualquier otro interés, político o económico, que pueda modificar las decisiones dirigenciales para las futuras ediciones.
Por ahora otra vez rally, aprovechémoslo como sabemos hacerlo.