En diciembre de 2004, en soledad, advertimos ante el pleno de los legisladores de Villa María sobre la inconveniencia de incorporar al sistema a los colectivos italianos que se ofrecían generosamente desde Torino. En Audiencia Pública señalamos que los buses (17 en total, de los cuales sólo cinco se pudieron utilizar) tenían un alto uso, importante desgaste y una baqueteada de 10, 11 y 18 años de uso, que era improbable su adaptación por los baches y badenes en la ciudad y otro aspecto era la característica de los neumáticos originales de esos colectivos. Además, insistimos, que no eran a título gratuito, como se presentó, y es precisó recordar que sólo por su traslado el Estado pagó un costo cercano a los 150 mil euros por derechos aduaneros.
Nuestra propuesta consistió en subsidiar con ese dinero (600 mil pesos, al cambio de aquel momento) a los prestadores del servicio de ese entonces (Montuori, Moreno y Ferrari) que no tenían mayores quejas, para modernizar la flota, con la posibilidad incluso que se restituyera ese dinero a las arcas municipales.
No fuimos escuchados, nuestra propuesta no fue tenida en cuenta por los concejales y, lamentablemente, el tiempo nos dio la razón. Nuestro diagnóstico estaba acertado y la fundamentación solidificó nuestra argumentación.
Esta es la más clara demostración que las audiencias públicas, con esta corporación política bipartidista, es sólo una formalidad, el despilfarro de los recursos públicos una lamentable realidad y sus perjudiciales consecuencias las pagamos todos los villamarienses.
Gabriel Correa, presidente;
Nilda Contreras, secretaria
del Movimiento Ciudadano de Villa María
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