La directora de la escuela Bartolomé Mitre de Las Varillas, Gloria Ferreira, manifestó el profundo malestar que vive el pueblo luego de que tres chicos ingresaran al establecimiento y además de provocar destrozos, arruinaran los comestibles que se encontraban para preparar el tradicional locro.
"Habían tirado tres bolsas de telgopor en bolitas dentro de las ollas. Los cuadros de las promociones los metieron dentro de la salsa, que luego tiraron. Orinaron y arrojaron querosene sobre los 20 kilos de chorizo. Todo desperdiciado", así los jovencitos echaron a perder las 1.200 raciones de la tradicional comida, según contó la docente.
"Lloré tanto cuando me enteré, porque pensé en los chicos que a diario no tienen qué comer, tengo 218 chicos en el comedor escolar. Algunos a lo mejor comen el viernes y no vuelven a comer hasta el lunes. Tuvimos con los papás que quemar toda esa mercadería", se lamentó la directora.
Como si eso fuera poco, los tres jóvenes que luego fueron detenidos, tras provocar los destrozos en la escuela fueron al cementerio del pueblo, donde rompieron la mano de un Cristo, según admitieron.
Ferreira no podía salir de su asombro, al reconocer entre los autores a uno de sus alumnos de sexto grado. "Era el niño más bueno de la escuela. Tengo una impotencia tan grande. ¿Qué les pasó en la vida para que actúen de esa manera?", se preguntó.
Por último, la directora de la escuela Bartolomé Mitre, dijo que en caso de encontrarse cara a cara con los agresores "les daría una caricia" y luego les preguntaría "qué tan poco les dio la escuela para que hicieran una cosa así".
El fiscal de primera instancia de Las Varillas, Marcelo Salomoni, confirmó que tres jóvenes de la localidad fueron identificados como supuestos autores de “daño”, dado que al menos uno de ellos admitió que fue el responsable de echar querosene, perfume y telgopor al locro que los padres de la escuela Bartolomé Mitre iban a distribuir el domingo 22 de mayo.
Indicó que los hechos sucedieron el sábado a la madrugada en el interior de la escuela, cuando presumiblemente ingresaron los tres jóvenes, uno de ellos menor de edad. Salomoni dijo que tomó declaración al menor, quien dijo que había sido el autor y que no se arrepentía. “Gracias a eso, estamos en la boca del pueblo”, dijo satisfecho el acusado.