Como protagonistas de una potencial etapa de evolución y concreciones, el Centro Rural Comunitario no sólo fijó sus metas de desarrollo en el plano infraestructural sino que además apunto significativamente al crecimiento formativo de los sectores involucrados en la producción agropecuaria ganadera. En esta temática la nueva comisión contó con la inestimable colaboración del INTA (Villa María) y de empresas particulares que acompañaron la propuesta institucional en oportunidad de los Festejos Patronales de la población.
“No va a
faltar leche”
Previo a la primera exposición programada, el nuevo presidente Miguel Angel Lione y secretario Roberto Gonella destacaron la positiva colaboración del Gobierno municipal y del estado provincial para llevar adelante la obra “Salón de Usos Múltiples” (estrenada en la ocasión), que requirió una generosa inversión por parte de la entidad, reflejada también en la adquisición de bonos contribución por los pobladores y una ayuda oficial de 20 mil pesos.
Posteriormente, el ingeniero Walter Mancuso tuvo a su cargo la primera disertación, refiriéndose a: “Cómo producir leche en tiempos de cólera”, en connotación metafórica adecuada a la genial creación literaria de Gabriel García Márquez; aludiendo a la compleja situación que soporta el productor lácteo, fruto de la falta de políticas a largo plazo que se perciben a nivel gubernativo. Estimó necesario “hacer una agricultura de gran precisión para mejorar los procedimientos de alimentación”. Acotó “que pueden desaparecer tambos y puede haber problemas sociales, pero faltar leche no.” “Hay tambos de 30 mil a 40 mil litros que remplazan fácilmente a las explotaciones que antes tenían dos o tres mil litros.”
Con respecto al futuro sostuvo “que a pesar de los inconvenientes actuales, somos optimistas en el sentido que la lechería va a seguir creciendo en el país”. Enfatizó: “Es cierto que el número de tambos cayó estrepitosamente y ciertos índices productivos también, pero no hay riesgos de desabastecimiento”.
La implicancia de la genética
Posteriormente el profesional Miguel Martinengo, con el auspicio de la empresa “Reproductores”, hizo completa descripción de la implicancia que tiene en salud animal la estructura genética, especialmente en la conservación de ubres y patas: “Sumamente importantes para sostener la cantidad de años que duran las vacas en el tambo”. Acotó “que cuidando estos componentes biológicos del animal, esto se reflejará de inmediato en los índices productivos”.
Indicó: “La salud de la ubre es prioritaria y su tratamiento ante cualquier problema, influye en el desarrollo y longevidad de los animales del tambo”.
“Para una mejor producción”
En el tercer encuentro formativo, el ingeniero Carlos Oddino (auspiciado por “Alltech SRL” y Agroservicios “Humboldt SA”), sostuvo “la necesidad de hacer uso eficiente de los recursos, por lo que un buen productor debe ser además un buen agricultor”.
Caracterizó la categoría de los “productores eficientes, pues saben qué elegir a la hora de hacer reservas, cómo distribuir la alimentación y cómo dan los números”. “Para que un tambo sea rentable debe llegar a los 10 mil litros; sólo así se puede competir con la agricultura”.
Precisó la alternativa “de elegir los mejores cultivos para cada zona; debemos ser productores lecheros, pero pensar como agricultores a la hora de determinar la alimentación para nuestras vacas”.
Concluyó afirmando que todos los “procedimientos y componentes organizativos que asumamos fortalecerán el compromiso de acción, cuya clave no es gastar menos, sino ganar más”.
Por su parte el ingeniero Sergio Dequino (del INTA) anunció con el reconocimiento de todos los presentes, la próxima implementación de cursos formativos para tamberos en La Playosa, estimando que para febrero o marzo próximo puede plasmarse dicha iniciativa de pleno beneficio para el sector lácteo.
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