Después de cuatro fechas sin alegrías y prácticamente con la soga al cuello, Ricardo Gutiérrez de La Palestina se despertó el domingo con un truinfazo en un clásico regional. En “Tierra Santa”, derrotó 2 a 0 a San Lorenzo de Las Perdices, al que pasó en la tabla de posiciones y hoy se permite soñar con lograr una clasificación a la siguiente instancia del torneo Apertura que organiza la Liga Villamariense de fútbol.
El respiro profundo de los simpatizantes palestinos, que empezaban a preocuparse por la mala racha, llevó un poco de alivio al “RG” y, sobre todo a Ernesto Morello, el joven técnico local que ya lleva cuatro años trabajando en el club.
“La verdad es que después de cuatro fechas sin poder obtener la victoria, lo del domingo fue sacarnos un poco la mufa porque, en esas fechas pasadas, hubo partidos en los que merecimos más y terminamos logrando poco”, contó ayer Morello, más tranquilo luego del sufrimiento del fin de semana.
No obstante, el entrenador recalcó que algo avizoraba en la semana previa al encuentro. Y así lo explicó: “Fue una semana clave, llegó en un momento justo una charla con los jugadores para hacer una autocrítica fuerte, desde cada jugador, cuerpo técnico, dirigentes. Se ajustaron algunas cosas desde lo dirigencial, se habló mucho desde los vestuarios, cada jugador pudo hablar, pudo decir cosas que estaban pasando; fue una charla muy positiva y eso influyó en lo anímico”.
“Sabíamos que quedaban tres fechas, tres finales para poder aspirar a la clasificación; bueno, la primera final fue contra un rival directo, como San Lorenzo, se cumplió y ahora nos quedan todavía dos finales durísimas para llegar a la clasificación”, agregó.
En ese aspecto, Morello no le esquivó al compromiso cuando se le preguntó sobre la confianza para el futuro inmediato.
“Después de lo que se vio el domingo, tenemos mucha fe en lo que pueda llegar a venir y creo que con lo hablado en la semana y lo que producimos el domingo, podemos repetir una victoria, ojalá”, expresó.
Por todo esto, el entrenador no dejó de agradecer a los futbolistas: “Vi un crecimiento desde lo emocional y lo anímico en el equipo después de haber tenido esa charla. Veo un equipo que tiene ganas, actitud, que va a luchar hasta el final para llegar al objetivo y, después, en los cruces, veremos”, afirmó.

s Con vaivenes

A pesar de que todavía falta mucho y no depende de sí mismo, el “RG” demostró el domingo que está vivo. Y al mismo tiempo, no se corrió de esa imagen con vaivenes que supo tener desde años en el fútbol local, a veces peleando y otras sufriendo.
Morello, que llegó al club como preparador físico de Diego Valle y luego se ocupó de la dirección técnica, reconoce que nada es fácil en una localidad chica, como La Palestina. Pero destaca que “los que siempre están, no le sacan el trabajo al club”.
Después, en el plano futbolístico, el DT contó: “Cuando se larga un torneo, siempre se tiene una idea en la cabeza sobre cómo va a parar el equipo, los sistemas a utilizar, pero de arranque nomás tuvimos partidos donde hubo seis jugadores menos considerados titulares. Eso lleva a cambiar mucho el equipo; lo fuimos modificando fecha tras fecha, pero siempre confiando que cada uno iba a rendir”.
“Nuestro problema fue no haber consolidado un poco la defensa y el mediocampo contra esas ausencias, aunque recién pudimos mantener algo en los últimos partidos, desde Española, Ticino, más allá de algunas faltas importantes, como Arce o Gagliesi. Pudimos armar la defensa y hubo partidos que merecimos más. Contra Ticino y Pasco nos fuimos con un sabor amargo y contra Colón se dio un empate 3 a 3, después volvieron a aparecer algunos fantasmas contra Alumni, pero pasaba más por lo motivacional, porque no se daban los resultados, que por lo que puede brindar cada uno como jugador que es en cada puesto”, argumentó.

La base está

A pesar de las ausencias notorias en esas fechas donde el equipo decayó notablemente, el equipo “tiene una base”, según destacó Morello, quien tuvo sus primeros pasos como técnico cuando ascendió con el “RG” en 2008, luego que Valle se ausentara por razones personales.
“La base siempre se mantuvo y, si se fijan en el plantel, hay cinco o seis refuerzos más los chicos del pueblo, que siguen siendo los mismos, por ejemplo, en aquel equipo de 2008 estaban Barrera, Mercado, Aile, Giraudo, Bersano, Cardielo, Peralta, Gagliesi, Pedro Mansilla, que se fue y volvió, es decir, el objetivo fue mantener la base del plantel en este proyecto, con siete u ocho años, apuntando a mejorar”, contó el DT.
Claro que, esta temporada, hubo una excepción con el arribo de Facundo Basualdo, un reconocido delantero local que militó en otra categoría.
“Nosotros pensamos en el refuerzo de Facundo para darle un toque distinto al equipo”, indicó Morello. Y subrayó: “Por ahí él transmite mucho su experiencia y nos hacía falta para que nos manejara un poco el partido, la pelota parada... Alguien de esa jerarquía es bueno para entusiasmar al resto”.
“El domingo, antes, durante y después del partido, Facundo fue muy importante, habló mucho con el grupo, se lo puso adelante, como varios del plantel, y por eso creo que son jugadores que hacen falta”, añadió el entrenador.

Muy dolido

Ernesto Morello es nacido en Luque, pero llegó a Villa María en 2001 para convertirse en profesor de educación física.
Hoy, además de ser DT de Ricardo Gutiérrez, da clases en el Profesorado de la Santísima Trinidad y desde hace poco abrió un gimnasio junto a su mujer, sobre calle España.
En ese aspecto, el técnico más joven del fútbol local (tiene 29 años) está feliz, pero al mismo tiempo no deja de mostrar su fastidio porque dijo ser suspendido injustamente en la Liga Villamariense, donde recibió una sanción por un año porque, supuestamente, agredió a un asistente.
Al respecto, comentó: “De ese tema todavía no dije nada ante los medios y quise callar porque, por ahí, al ser joven y tener poca experiencia, pensé que no pasaba nada. Pero siempre estuve tranquilo porque no hice nada”. “La suspensión se dio por un error dirigencial, por un malentendido de horarios que no me permitió declarar ante el Tribunal, pero aprovecho ahora para decir que algunas cosas se hacen mal”, indicó.
“Me parece que es poco serio trabajar en un Tribunal de Penas y no haberme esperado a declarar por lo menos diez minutos, sabiendo que yo iba seguro y que se trataba de una sanción disciplinaria dura”, recalcó.
En ese sentido, agregó: “El Tribunal no tomó con seriedad primero el informe del linesman, que dijo que fue un puntapié de atrás. Y pregunto ¿cómo hace para saber quién fue? El tema fue tocado con muy poca seriedad y yo pequé por joven, por pensar que no pasaba nada”.
“Recibir una suspensión por agresión, sin haber agredido, duele porque empaña mi rol de docente dentro de una destacada entidad de la ciudad”, añadió, para finalmente resumir: “Esa sanción me ha perjudicado y estoy muy dolido porque fui a tocar puertas a la liga, fui a hablar con gente, pero el primer error fue mío por no preguntar, por no hacer las notas antes, así que lo dejo acá nomás por respeto al grupo, ya que no quiero que nada se venga en contra. Ahora sólo pensamos en ganar el domingo”.