La siguientes son cartas escritas a raíz de la controversia generada por la entrevista realizada a la directora del IPEM Manuel Anselmo Ocampo, Mirta Karpow.

“Todos somos un poco culpables”

“Quien escribe estas líneas perteneció a la promoción 1959 de la que fue orgullo de los institutos de enseñanza secundaria de la ciudad, la Escuela Superior de Comercio. Me produce mucha pena pasar frente a la misma, en calle Catamarca, y ver a alumnos en actitudes reñidas con la educación y las buenas costumbres, que muros adentro imparten y que estos deberían ir a buscar. Mi promoción se reúne periódicamente recordando también algunas acciones impropias o propias de la edad que teníamos, pero no recuerdo haber escuchado droga o alcohol en la escuela, ni hablar de violencia física o verbal que no nos permitiera hoy, al cabo de 52 años, mirarnos a la cara, reconociendo entre nosotros, profesionales, padres y abuelos orgullosos de las familias que forjamos, comerciantes o simplemente hombres de bien, que hoy vemos con angustia el mensaje de su directora, la señora Mirta Karpow.
La conozco y creo entender los momentos que está pasando, por eso los alumnos, los padres de éstos, la comunidad educativa, el quiosquero que les vende alcohol, las autoridades, todos los que pueden ofrecer ayuda, en una palabra, la ciudad toda, debería estar inquieta ante estos hechos y prestarles la debida atención. Seguramente todos somos un poco culpables de haber llegado a este punto.
Tenemos una bella ciudad, estamos a la vanguardia del conocimiento, no dejemos que pierdan el prestigio que una vez tuvieron la Escuela Superior de Comercio, el Colegio Nacional o la Escuela del Trabajo.”
Eduardo Amaya
LE 6594737

“Apoyo a Mirta porque he estado involucrada en el colegio desde que mi hija empezó primer año y no es fácil tratar con los chicos, todos vienen con diferentes problemáticas, con un gran peso sobre sus hombros que te duele de sólo verlos, pero las drogas no son el principal problema; creo que la consecuencia de esto es la soledad, porque muchas veces los padres por diferentes motivos están ausentes. No los juzgo, cada uno sabe cómo educar a su hijo, pero he visto a Mirta hacerse cargo personalmente de muchos de estos casos.
No estoy de acuerdo con la toma del colegio, pero apoyo a los chicos en querer expresar su descontento, que lo hicieron con respeto y sin violencia en su mayoría.
La realidad se oculta debajo de la alfombra en todos lados, pero no es culpa de los chicos sino de los grandes y los medios de información son los primeros en no publicar cosas en las que ellos se destacan de buena manera”.
Rosana Córdoba