La realización del acto del “Día de la Lealtad”, donde se distinguió a militantes históricos del justicialismo local, en dependencias de la Municipalidad de Villa María, generó una airada protesta por parte de un grupo de afiliados al radicalismo.
A través de un comunicado rubricado por el presidente del comité de circuito de la Unión Cívica Radical: Ismael Díaz, se dijo que “el intendente municipal de Villa María no ha hecho otra cosa que pecar de imprudente e indecoroso al concretar en el Palacio de Gobierno, sede central de la Administración pública municipal, un acto estrictamente encuadrado en la vida partidaria de una organización en particular”.
“Más imprudencia y más indecoro cuando, como lo ha denunciado este comité de circuito, el actual gobernante ha hecho desaparecer una placa de bronce que lucía en el acceso principal al Palacio de Gobierno, recordando el momento de su habilitación oficial, como tal, por parte de una gestión municipal y otra provincial, ambas de extracción radical”, insiste el texto del manifiesto generado desde la UCR.

“Generan confusión”

“El comité de circuito de la Unión Cívica Radical no debe pasar por alto una circunstancia pública que, además de generar confusión en la comunidad, deja sentada una particular visión del ejercicio del poder que no se compadece con las virtudes republicanas”, dice otro párrafo de la misiva que, a renglón seguido, destaca: “En este sentido, celebramos calurosamente que el más empinado referente de una organización política democrática como es el Partido Justicialista, materialice un reconocimiento público explícito a militantes de su partido, destacados por su trayectoria, luchas y desvelos”.
“Lo que francamente no se comprende es que, luego de un cuarto de siglo de prácticas democráticas, no se entienda todavía que confundir partido con gobierno deriva, inevitablemente, en sólo pesares para el conjunto de la comunidad.”
“Reiteramos que consideramos de estricta justicia el reconocimiento a los militantes, toda vez que también la Unión Cívica Radical lo viene haciendo al evocar el génesis del actual proceso democrático”, subraya la nota.
“Sólo que la imprudencia y la falta de decoro ha llevado al jefe comunal a confundir lugar y circunstancia por cuanto, es preciso decirlo, el Palacio Municipal está mantenido por ciudadanos de todas las pertenencias ideológicas, políticas, confesionales, culturales y religiosas”, agrega el escrito.
“Olvidarlo sólo contribuye al encono, obliterando los necesarios espacios de neutralidad por los que la militancia política ha venido luchando”, concluye el documento.