“Antes, un buen agroquímico era el que mataba todo lo que perjudicaba la cosecha y tenía más duración. Hoy, se orientan a controlar un elemento en particular, por ejemplo, un hongo determinado y el resultado es que son tres mil veces menos perjudiciales para la salud que los primeros”, indicó Jorge Escobar, presidente de la comisión federal fitosanitaria, quien estuvo ayer en Villa María en las jornadas organizadas por el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Córdoba, la Federación de Colegios de Ingenieros y los ministerios de Agricultura de la Nación y la provincia.
La actividad comenzó a la mañana en la Sociedad Rural, con una charla sobre el impacto del uso de agroquímicos sobre la salud de la población. Estuvieron como disertantes Viviana Crapanzano, del Hospital Posadas, Delia Aiassa, de la Universidad de Río Cuarto y Liliana Bulacio, del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe.
El panel estuvo coordinado por Daniel Gómez, del Hospital de Urgencias.
Al mediodía, los organizadores dieron una conferencia de prensa con la presencia, entre otros, del secretario de Ganadería de la provincia, Daniel Carignano.
El titular del Colegio de Ingenieros de Córdoba, Sergio Rang, destacó que las jornadas (las cuartas que se realizan) promueven un debate sobre los fitosanitarios, pero fundado en la información. “Vemos que muy a menudo, actores que no tienen mucho conocimiento o que no están compenetrados con los agroquímicos, hablan del tema. Es por eso que queremos proponer este debate, al que hemos invitado no sólo a representantes del Estado y a agrónomos, sino también a biólogos, médicos, abogados y trabajadores, para que den su visión de la temática”.
Destacó el rol de la Delegación Villa María, como principal organizadora del encuentro nacional que contó con la presencia de más de 300 participantes.
Durante la conferencia de prensa, hubo dos temas sobre los que giró la charla. Uno fue la ausencia de una ley nacional que, a criterio del mendocino Carlos Kauffeler, presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Agrónomos, tiene que ver con “intereses, desconocimiento y tal vez, por las diferentes realidades que se viven en las provincias, lo que hace que no se pueda llegar a un acuerdo”.
Escobar, por su parte, destacó que casi todas las provincias tienen su ley y en muchos casos, son muy semejantes unas de otras. Entiende que el principal tema de discusión es el del registro.
El otro tema sobre el que giraron los profesionales tiene que ver con el rol de los municipios. Una de las representantes de la mesa destacó que una función importante es la de una definición clara del ejido o del “límite 0” para que sea específico el límite entre lo urbano y lo rural.
Finalmente destacaron que la ley “sin inspectores se convierte en letra muerta”, por lo que Rang celebró que en la provincia de Córdoba ya hay trabajando 24 controladores para verificar que los agroquímicos sean aplicados con receta fitosanitaria, extendida por un profesional y aplicada con buenas prácticas agronómicas.