Escribe:
Jesús Chirino
Iniciaba su andar enero de 1947 cuando los trabajadores gastronómicos de la ciudad de Córdoba elevaron un petitorio a una patronal remisa a atender las demandas de sus empleados. En un gesto solidario con los gastronómicos capitalinos todas las organizaciones gremiales de esa actividad laboral en la provincia decretaron un paro de 24 horas. En Villa María también se cumplió con esa medida de fuerza. En el caso del Palace Hotel, el patrón vio con desagrado la solidaridad de los empleados del lugar, disponiendo la cesantía de todos lo que adhirieron al paro.
@ Gastronómicos de paro
Por aquellos años el edificio del Palace, actual sede de la Intendencia municipal, ostentoso se erigía como el hotel más lujoso de la urbe. La publicidad de la época destacaba sus 120 habitaciones “de primera, con baños privados” y los servicios de restaurante y confitería. Un importante número de trabajadores cumplía funciones en el lugar para atender la gran afluencia de clientes que allí concurrían.
Cuando el conflicto de los gastronómicos de Córdoba se extendió en el tiempo y despertó la solidaridad de otros trabajadores, los empleados del Palace Hotel no dudaron y se sumaron a la huelga. Igual comportamiento tuvieron los que trabajaban en otros hoteles, bares, confiterías y restaurantes de la ciudad. Así fue que esos establecimientos mantuvieron cerradas sus puertas por el término del paro.
Pero, como es sabido, cuando los trabajadores practican su legítimo derecho a huelga, máxime si es como gesto solidario con otros trabajadores, el sector patronal suele desarrollar fuertes reacciones. En aquella oportunidad el gesto más duro estuvo a cargo del dueño del lujoso hotel ubicado frente a la plaza Independencia.
@ Reacción patronal
Pasados los tradicionales festejos de Reyes, solucionado el conflicto en la ciudad de Córdoba y cumplido el gesto solidario de los trabajadores villamarienses, en todos los lugares la actividad se reanudó sin muchos problemas, excepto en el Palace Hotel. El propietario de ese local, Miguel A. Blanco, consideró que los empleados no habían tenido causa justificada alguna para no concurrir a trabajar el día del paro. En base a ese razonamiento, entendió que los empleados del lugar habían faltado al contrato de trabajo y que existía razón para despedirlos. Y no dudo en cesantear a todos los trabajadores adheridos al paro.
@ Secretaría de Trabajo
La Delegación Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión decidió intervenir en el conflicto. Debemos decir que, entonces, esa repartición oficial se encontraba transcurriendo un muy especial período de su existencia. Hacía dos meses que la sección Contaduría de la Secretaría de Trabajo de Villa María estaba intervenida. Hasta ese momento el señor Lisandro Videla había estado al frente de la repartición oficial. Algunos medios de prensa locales señalaron que este mismo funcionario fue quien pidió la intervención a partir de las sospechas de comisión de irregularidades administrativas en la dependencia. De manera inmediata, el contador Anselmo J. Chierano fue suspendido en sus funciones, luego le tocó a Helio Juárez llegar a la ciudad para ponerse al frente de la intervención. Con el tiempo Juárez sería remplazado por un nuevo interventor, apellidado Fullone, quien ejercía el cargo en aquel conflictivo inicio de 1947.
El 8 de enero se conoció que el dueño del Palace mandó un telegrama al primer mandatario provincial en el que decía: “solicito a VE garantía para la libertad de trabajo, a fin de desenvolver normalmente las tareas en el Palace Hotel”. En la misma nota acusó a los trabajadores de “instigar” a “las autoridades de la Delegación Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión para tratar de impedir el ejercicio de las tareas del nuevo personal…”. Blanco había tomado a trabajadores para que remplazaran a los despedidos. Eso llevó a que los cesanteados armaran un piquete que impedía el ingreso de “los nuevos” trabajadores con los que se intentaba remplazarlos. También interpelaban a los clientes que aún asistían al local. Ante este accionar Blanco realizó una denuncia criminal ante la Justicia, contra los trabajadores que defendían su fuente de trabajo. Las autoridades dispusieron que policías de la provincia se apostaran en las inmediaciones del hotel, que terminó cerrando sus puertas.
La Delegación Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión conminó al propietario del establecimiento para que reincorporara al personal. En desacuerdo con esto, Blanco dirigió sendos telegramas al primer mandatario de la Nación, Juan Perón, y al ministro del Interior, Angel Gabriel Borlenghi, acusando a la intervención de la Delegación de la Secretaría de Trabajo de parcial, y demandando “libertad del trabajo”.
@ Vuelta al trabajo
A esa altura de los acontecimientos se hacía evidente el fracaso de las negociaciones iniciadas por representantes locales de Trabajo y Previsión. Persiguiendo la solución del conflicto Blanco, fue invitado a viajar a la ciudad de Córdoba para entrevistarse con Argentino Auchter, gobernador provincial que llegó al cargo mediante una alianza de un sector del radicalismo y el Partido Laborista (peronismo).
Luego que Blanco mantuviera reuniones en la capital provincial se reanudaron las tratativas directas entre la patronal y los propios trabajadores. En la tarde del lunes 13 de enero se sucedieron varios encuentros entre las partes. En una de esas tensas reuniones el dueño del Palace Hotel accedió a la reincorporación de todos los empleados cesanteados, abonándoles los días que permanecieron inactivos por el cierre del establecimiento. La prensa de la época publicó que Blanco también accedió a abonar “el sobresueldo anual que con carácter de aguinaldo establece el Decreto 33.302”.
El acuerdo final fue rubricado en la sede de la Delegación Regional de Trabajo y Previsión. El martes 14 los policías regresaron a su trabajo habitual, las puertas del hotel más importante de la ciudad se reabrieron y todos los trabajadores reanudaron sus tareas habituales. Varios días había durado la lucha contra quienes no comprendían la solidaridad entre trabajadores.
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