Viaja en el tiempo el visitante. Mirando la esquina de bulevard Cárcano y avenida Dante Alighieri se imagina los alrededores vacíos, el ambiente a campo propio de principios de siglo. Dominando la escena, el Hotel de los Hacendados. Monumental palacio, donde los grandes estancieros se reunían para exponer la vitalidad del sector agrario. Pompa y esplendor, recreo de la alta sociedad. Caballos por todos lados. Trajes de lujo para ellos. Exuberantes vestidos para ellas. Los peones, mientras, renegando con las vacas y el tierral. Si llovía, se empapaban. No así los dueños del circo: ellos disfrutaban el espectáculo desde la galería.
@ De la Sociedad Rural a la Dirección de Patrimonio Histórico
Aquellas épocas, tan alejadas de los parámetros de la vida actual, reviven en la visita al edificio de barrio General Paz. Espacio de recuerdos, un túnel hacia el pasado. Otrora propiedad de la Sociedad Rural de Córdoba, se realizaban allí dos ferias por año. Terratenientes y campesinos de toda la provincia se reunían en clima festivo. El campo celebraba su potencial.
Hoy, la elegante casona es hogar de la Dirección de Patrimonio Histórico de la ciudad y el movimiento que genera es ciertamente escaso. Mayor vitalidad tuvo hasta la década pasada, cuando servía como sede de la Escuela de Bellas Artes Emiliano Gómez Clara. Pero el instituto se mudó a las inmediaciones de Parque Pereira y Domínguez y, desde entonces, el ex Hotel perdió en circulación. Ingresar, no obstante, es encontrarse con la mística de antaño, y con la amabilidad de quienes manejan el Archivo de la Junta Municipal de Historia. Carlos, un hombre entrado en años y canas, atiende cordialmente a quien por allí pasa y, entre libros polvorientos y aura de saber, cuenta lo que sabe.
@ A saber
Así uno se entera, por ejemplo, de la afiliación a la masonería de sus primeros dueños. Indicio de ello es el diseño interior en general. Columnas ubicadas en pares, a la manera característica de la cofradía. Pisos de baldosas que combinan blanco y negro, distribuidas diagonalmente. El edificio data del año 1908 y en él predomina el estilo ecléctico. La base está notablemente elevada del suelo, lo que le otorga jerarquía a la obra y, fundamentalmente, a sus locatarios originales.
Vaya tiempos aquellos. Dichosos nosotros, que con la visita podemos analizarlos. Sacarle lo bueno y lo malo, sopesarlos con el presente.
Y seguir pensando.
Otras notas de la seccion El Diario Viajero
Una alternativa a Puerto Madryn
Lo árido y lo verde haciendo magia
Mortadela estaba el mar
La gran maravilla de Oceanía
Ver, sentir y admirar
|