Camaradería, compromiso y recreación. Tres palabras que pueden calificar, en parte, la velada que año tras año organiza ALPI.
Casi trescientas personas se congregaron en el salón parroquial en la fría tarde de domingo para disfrutar de un té, de exquisitas masas y tortas caseras, de la danza y de un desfile de modas.
La concurrencia superó todas las expectativas de los organizadores que brindaron a los presentes una jornada colorida a través de las diversas prendas que utilizaron las modelos, que con orgullo caminaron la pasarela, mostrando las creaciones de la temporada.
Los compases del dos por cuatro, la habilidad y la seducción de los que se mueven en la pista al ritmo de tango pusieron otra nota de color en la reunión.
La actividad estuvo a cargo del Departamento Tango de la Universidad Popular.
La canción de Buenos Aires no fue la única que dijo presente en la tarde.
La música clásica española también brilló con el espectáculo desplegado por los integrantes de la escuela de Clidez Re de Zazzetti.
La mayoría de los presentes se llevaron un regalo. Unos cien premios fueron sorteados bajo la coordinación de la presidenta de ALPI, Rosa Cámpora y los conductores del acontecimiento Patricia Gatti y Diego Bengoa.
A la hora de los discursos, la dirigente social y edil de la ciudad tomó el micrófono para agradecer a todos los que la acompañan, a los profesionales y a los que siempre están aportando para el crecimiento de una institución tan importante en la atención de la discapacidad.
Antes de la oratoria, llegó al lugar el intendente Eduardo Accastello y Cámpora aprovechó para pedirle su intervención para agilizar las gestiones que se hicieron en Buenos Aires en aras de construir una pileta de rehabilitación. Una de las obras que la entidad sueña con concretar a la brevedad.