Para proteger a nuestros hijos
Una vez más, me dirijo a usted y por intermedio de esa prestigiosa publicación a la sociedad en su conjunto, a fin de formular un llamado a la reflexión, especialmente a los padres de niños que concurren a la primaria, pero también extensivo a quienes envían sus hijos solos a la secundaria, a clubes deportivos o simplemente permiten que deambulen por la calle muchas veces sin saber dónde o con quién están.
El caso que hoy me impulsa a escribir esta nota se ajusta a la melancólica nostalgia con que solemos decir que "todo tiempo pasado fue mejor".
La vida ha cambiado. Los hombres han cambiado. Las sociedades, las leyes e incluso los valores han cambiado. Pero no hablo de cambios favorables ni felicito a quienes los hicieron posible, no cabe aplaudir a quien hizo las cosas bien, se supone que así debía hacerlas.
Los cambios que me preocupan son otros. Los que generan actitudes oscuras de seres marginales que rondan las escuelas. Lo sucedido en inmediaciones del colegio Juana Manso y más recientemente en la Escuela Arturo M. Bas, son clara muestra de lo que expongo.
He leído la nota publicada en ese medio titulada "Se unen en red para evitar delitos contra los niños". Francamente, la nota no tiene desperdicio.
Primero, porque los chicos HABLARON de lo sucedido.
Segundo, porque no se dudó en transmitir esto a las autoridades de la escuela.
Tercero, porque con unos reflejos envidiables, esas autoridades docentes realizaron inmediatamente una convocatoria interinstitucional para analizar la situación y elaborar un plan eficaz de respuesta en prevención de cualquier delito contra los niños. Pudo ser la nota perfecta.
Pero resulta descorazonador, agraviante e incluso grosero, que sólo haya interesado la concurrencia de apenas una decena de padres.
Los demás padres, los que no fueron, ¿no sabían ?, no se les informó o ¿simplemente no les importó?
Razones de tiempo, de trabajo, de salud, tenemos todos. Eso lo entiendo. Pero en el reino animal hay infinidad de especies que -cuando los padres no están- son otros adultos mayores los que se encargan de proteger a las crías. ¿Seremos capaces de aprender algo tan elemental? ¿No se podía pedir a un hermano, un tío, un cuñado, incluso a un vecino, que concurra y nos interiorice de lo que se habló? ¿No se pudo pedir un detalle por escrito?
Asumo que no hubo interés de parte de tales padres.
Y esa falta de interés no la vinculo, para nada, con su calidad como personas. Simplemente creo que cometen el error, que puede ser imperdonable, de pensar que las cosas malas siempre les suceden a los demás. Cuando se constata que no era tan así, ya es tarde para lamentos.
Creo, honestamente, que no hubo un peligro real. En ambos casos, la Escuela Juana Manso y en la Arturo M. Bas, tengo la sensación de que -cuando mucho- no han ido más que a ver cómo están las cosas, qué tan desprotegidos están los chicos. "Inteligencia previa" que le dicen.
Y también creo, honestamente, que van a volver, esta vez dispuestos a concretar sus fines. Es mejor que para entonces estemos bien preparados. No la voy de alarmista. Lean las noticias. Me eximen de mayores comentarios.
Finalmente, quiero resaltar la actitud madura, responsable, inteligente y a todas luces imprescindible, de las autoridades de la Escuela Arturo M. Bas al decidir trabajar directamente con el alumnado. Ya dije en una nota anterior, "Con los chicos hay que hablar"... tienen que aprender a cuidar de sí mismos... contar todo lo que les pasa... e incluso cuando un auto sospechoso ronda la escuela o los sigue por la calle, lo primero que deben hacer es tomar el número de chapa, buscar un adulto y pedirle que les proteja hasta que llegue la Policía, que debe ser llamada de inmediato.
No soy experto en seguridad ciudadana. Pero hay gente que lo es y está trabajando en esto. No permitan señores padres, que la cadena de protección se rompa en el eslabón más delgado, que son ustedes cuando no se interesan.
Ojalá escuchen mis palabras y no que sean solamente la crónica anunciada de un delito que se pudo evitar.
Gustavo González
DNI 11257801
¿Despenalización del aborto?
Ante tanta confusión, esperamos que los que se dicen defensores de los derechos humanos, colaboren en la difusión de información en pro de la vida a fin que mas jóvenes, educadores y líderes sociales se informen, para despertar la conciencia del mundo, sobre el abominable crimen, homicidio y asesinato de la internacional de la industria del aborto, considerado el mayor de los filicidios, genocidios y holocaustos de la Humanidad.
Preguntándonos ¿cómo pueden afirmar muchos legisladores, jueces y políticos que están a favor de "los derechos humanos" y no defienden el derecho a nacer de víctimas que son matadas sin ninguna misericordia y que no tienen voz para protestar ?
Lamentablemente, no siempre llegaron a las legislaturas los mejores, gracias a un pueblo sin memoria ni instrucción cívica ciudadana, carentes de pasión por la verdad, expertos en prostituir el sentido de la política, donde gran parte de ellos con su doble discurso, han vivido contradiciéndose en no defender el primero de los derechos que es el derecho a la vida, menos mal que tales, no estaban presentes, cuando fuimos concebidos, porque, hubiéramos corrido el riesgo que nos mataran antes de nacer.
Enrique Cheli Pedraza
DNI: 6514487
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