Aunque la principal premisa era brindarle minutos de juego a la mayoría de los jugadores del plantel profesional, pensando en la promoción para mantenerse en el Argentino A, la propuesta de ayer -a excepciones de casos individuales- dejó un saldo negativo en Alumni.
Expulsiones injustificadas y flojos desempeños dejó un encuentro que, en lugar de brindar ribetes positivos, sólo provocó complicaciones en el presente "fortinero". Porque en lo competitivo, el empate le impidió no obtener la clasificación al elenco de la Liga local, y en cuanto a lo futbolístico, varios jugadores no supieron entender que la oportunidad era para ir captando ritmo futbolístico y, entonces, no les permitió tener óptimas evaluaciones al cuerpo técnico.
No obstante, en cuanto a los que completaron el partido (caso Caler, Díaz, López y Pérez), mostraron que, con los minutos, fueron acrecentando su nivel; otro punto positivo fue lo expuesto por "Fede" Depetris en el complemento.
Igual, en un compacto general -y conociendo el resultado- la determinación dejó más problemas a resolver que soluciones en los más de diez días que restan de preparación.
Es que Alumni evidenció que le está costando este parate y reflejó carencias al momento de resoluciones con la pelota o desplegar un juego colectivo.
Además, provocó en los verdaderos integrantes del Alumnito -quienes fueron los que debieron "entender" la decisión- una desazón difícil de digerir, al no poder defender su oportunidad en el campo de juego. De hecho, el técnico Gustavo Miranda -ayer acompañó a Carnieri en el banco- se retiró del campo de juego faltando varios minutos con signos de fastidio.
Pero más allá de todo, el gran dolor de cabeza queda en el hincha de Alumni, que venía golpeado por la floja campaña en el Argentino A y ayer sufrió un verdadero cachetazo ante el rival de toda su vida.