Los avances de la ciencia han demostrado a fines del Siglo XX que la comunicación y la estimulación prenatal han modificado por completo la relación inicial que la mamá tiene con su bebé, y la forma de vivir y llevar adelante su embarazo, sintiéndolo como una etapa de crecimiento mutuo: del bebé que se está formando corporalmente, pero también emocional y madurativamente, dentro de su vientre, del vientre materno, y en plena relación con el exterior.
El bebé está plenamente e íntimamente conectado con usted. Estudios prueban que el bebé puede oír, ver, saborear, sentir y moverse, es más, los mismos estudios evidencian que a partir del quinto mes de gestación los bebés pueden oír dentro del útero materno; aproximadamente en la misma fecha el sentido de la vista ya funciona, pues frente a estímulos externos hay cambios en el comportamiento del bebé. Estas no son capacidades que aparecen de repente en el momento de nacer, sino que el niño nace con ciertas potencialidades a ser desarrolladas y estimuladas por otros seres humanos significativos en la vida del bebé.
Se ha comprobado que el niño se mueve y experimenta cambios en la frecuencia cardíaca y de las ondas cerebrales como una respuesta a los estímulos provenientes del medio exterior, como cuando percibe que le hablan a él, oye música o siente que es acariciado por su madre u otra persona vinculada a su entorno.
De este modo podemos dar cuenta de la incidencia positiva para la mamá y el bebé que tiene la estimulación y comunicación prenatal, que la misma es de suma importancia para ambos, permitiendo un mejor desarrollo emocional, madurativo y al mismo tiempo creando un lazo afectivo más temprano entre el bebé y sus papás.
La estimulación prenatal puede definirse como el conjunto de actividades que realizadas en un período previo al parto, proporcionan al bebé las experiencias que éste necesita para estimular sus capacidades, y máximo potencial bio-psico-social, y que a su vez, enriquecen al bebé por nacer en su desarrollo mental, emocional, físico y social, es decir, se promueve el desarrollo del cerebro del niño aún dentro del útero. Esto se logra a través de la vinculación y comunicación afectuosa, constante y progresiva en el tiempo del bebé con sus futuros padres y personas involucradas a su entorno afectivo desde casi el mismo momento de la concepción.

@ Rol de la familia y los padres en la estimulación

La intención de la estimulación, es contribuir a formar un niño que sea capaz de afrontar la vida en un futuro, que tenga los cimientos lo suficientemente firmes para actuar con sentido común y coherencia. Es importante para ello el rol que día a día desempeñen los papás y la familia, estableciendo con el bebé un vínculo sólido y perdurable en el tiempo, en un ambiente tranquilo, agradable, donde el bebé sienta el amor, seguridad, contención y cuidado de sus papás. La participación de usted, su pareja y la familia en la estimulación prenatal, permitirá generar un clima seguro y lograr comunicarle al bebé todo el amor y deseos que se tienen por verlo llegar al mundo, lo cual es clave para lograr un desarrollo y aprendizaje óptimos del mismo.
Usted y su bebé pueden llegar a mantener una conexión plena por medio de mensajes que le proporciona, pero no de manera impositiva, sino informativa, el papá también puede participar, ya que hoy en día el padre cumple un rol mucho más activo que tiempos atrás. El progenitor debe encontrar los medios que le permitan llegar a tener una comunicación plena con su bebé, colocar sus manos sobre el abdomen de la mamá y hablarle, porque es de este modo como el bebé recibirá todos los mensajes provenientes del medio exterior.
Cuando el bebé nace, se crea una relación muy fuerte entre madre e hijo a través de la mirada; durante el embarazo esta relación se construye a medida que se acrecienta el vínculo amoroso con el bebé por nacer. Es un encuentro donde se hace visible el pequeño, donde se conjugan experiencias actuales con aquellas que cada uno de los padres trae en su memoria de la propia infancia.
Los sentimientos que la mamá va desarrollando con el bebé desde la concepción son fundamentales, son los pilares sobre los que se construye un vínculo que durará toda la vida. La mamá embarazada debe permitirse un momento para relajarse y poder sentir que el bebé se mueve; momentos ideales para hacer incluir al papá en este disfrute. Es entonces cuando comienza el mecanismo de identificación con los estados afectivos del bebé, los que en un principio son posturales o fisiológicos pero que con el tiempo se volverán psicológicos.
La música es un excelente vehículo para estimular al bebé durante el embarazo. Tiene la facultad de estimular las emociones más profundas que se encuentran archivadas en nuestra alma, les saca el polvo y las trae a un lugar visible, como si fueran actuales, a pesar del tiempo que llevan guardadas. Constituye un lenguaje, participa en todos los niveles del pensamiento, en todos los niveles de la cultura y en todos los niveles de los sentimientos. Puede hacernos reír, llorar, bailar o gritar de emoción.
Los estímulos agradables provocarán respuestas placenteras, todo lo que como padres buscamos para nuestros hijos.

Sofía Chianalino,
profesora de
Educación Física,
Preparadora de Partos
Taller Gestación