Manuel Argüello refleja ser un hombre apasionado, con firmes convicciones, optimista y tranquilo. Habla con meridiana claridad y se muestra confiado de que se impondrá en las elecciones del próximo 3 de julio.
El es la carta del juecismo en Villa Nueva. Casado, con dos hijas, este hombre de 40 años quiere gobernar la ciudad para transformarla. Ayer habló más de una hora con EL DIARIO en su casa.
- ¿De dónde surge la idea de ser intendente?
- En el deseo de participar. Mi vida es eso: siempre he participado. Existe en mí un romanticismo por querer hacer cosas, siempre trabajé en función de otros, con los otros y por los otros. La participación es parte de un estilo de vida propio y así he estado o estoy en la Junta de Historia, el Consejo Pastoral de Iglesia, en la vida comunitaria con Campana de Palo, en el Foro Social, con la comisión de Padres del ahora desaparecido Jardín de Niños Cantores... siempre impulsando acciones. Es muy lindo y me parece necesario. Soy un optimista consuetudinario. El optimismo marca mi vida, mi carácter. Viene alguien que me dice que está mal y de inmediato empiezo a hacer algo para rearmarlo.
- ¿Heredó de alguien este carácter?
- De mi mamá.
- ¿Desde niño sintió la necesidad de participar?
- Sí, en el barrio ya organizaba lo referente a la canchita de fútbol.
Manuel nació en Villa María, pero a los 8 cruzó el río y se instaló junto a su familia en Villa Nueva. Tiene cuatro hermanos. Es el mayor de los varones, pero la más grande es mujer. Sus papás ya fallecieron. La madre a los 57 años. Su padre murió hace seis años.
Cursó sus estudios en la Bartolomé Mitre y en el Pío Ceballos. Por razones familiares (tuvo que salir a trabajar) terminó el secundario de noche en el José Ingenieros de Villa María.
Su pasión por leer lo llevó al Profesorado de Historia y Geografía. “Leía muchas historietas. Al no haber tele a color, lo único que teníamos a color eran historietas”, recordó.
También estudió un año Ciencias Políticas en Río Cuarto, pero desertó por cuestiones de tiempo (sobre todo).
“Fui un alumno promedio en la escuela. Quizás algo retraído. Siempre con ganas de participar, como en coro de la Iglesia Católica”, indicó.
- ¿Siempre fue creyente?
- Siempre tuve esa vocación por estar cerca de Dios. No era acentuada en mi adolescencia, pero después se intensificó. Tuve un encuentro personal con Jesús, en el sentido de que entendí que tiene un propósito para mi vida. Dios le da sentido a la vida.
- ¿Cuándo se manifestó el interés por la política?
- A partir de la década del ‘90, en el ‘95... La situación del país despertó en mí la vocación de participar. Siempre estuve al frente de grupos de jóvenes y con el deseo de verlos en cosas que puedan promover la juventud, darles un sentido.
Me gusta el arte, la literatura, los valores estéticos. Mi viejo era músico.
- ¿Con qué dirigentes se identifica? ¿A qué políticos admira?
- Me gusta Hermes Binner. Me gustan algunas cosas del peronismo, el contenido nacional y popular, banderas como la del industrialismo. También, los valores que sostiene Alem: la lucha contra la corrupción, los principios. Puedo destacar algunas cosas de Pino Solanas, por supuesto. También son positivos aspectos del Gobierno nacional, porque no quiero caer en la necedad de no ver algunas políticas y gestiones. Scalabrini Ortiz, el pensamiento forjista.
Uno ha ido evolucionando. Con ese bagaje uno se fue nutriendo de herramientas intelectuales y es hora de dar un paso adelante. El pensamiento de Alem, la lucha de Yrigoyen, el hito del peronismo del ‘45 al ‘55... ahora estamos frente a una coyuntura, la de dar un salto hacia adelante en calidad institucional, en alcanzar un nuevo paradigma de civilización. Hay que dar un salto.
- Usted que a diario está con los jóvenes, por su rol docente, ¿cómo encuentra a la juventud actual?
- El sin sentido es lo que más me preocupa. La falta de compromiso. El empobrecimiento, en su concepto profundo. Los chicos han ido siendo empobrecidos de manera sistemática por el sistema educativo, de medios. Manejan un escaso caudal simbólico. Necesitan recuperar el deseo de comprometerse por una idea, por un ideal, por el amor al otro. Claro que dentro de este panorama hay fisuras, en el sentido de que hay chicos que trabajan en misiones para aplaudir, que están en boys scouts, que colaboran. Pero que quede claro algo: el adulto legitimó esta ausencia de compromiso. Sin querer, los adultos transmitimos esto y por eso tenemos la sociedad que tenemos, por adultos que miraron al costado mientras crecían las adicciones, la violencia. Transmitimos un modelo de vida que fue la evasión, la negación, el no arremangarse.
- Habló de adicciones. ¿Está de acuerdo con la despenalización de la tenencia de marihuana para consumo personal?
- No. Creo que acentuaría este problema. No estamos en una sociedad que creo que tenga la madurez necesaria para discutir este tema. Vemos que se lanzó una ley contra el tabaco; hoy por fin se ven los efectos del mismo y hay que hacerse cargo de lo que hicimos.
El de la droga es un problema de salud.
- ¿Cómo se combate?
- Con la propuesta de un cambio de vida. Cuando uno está vinculado a la fe, vinculado a ayudar a otro, no tiene sentido buscar en las drogas la satisfacción personal.

Diego Bengoa

Los ejes de su proyecto

“Estoy en un proyecto maravilloso, este es mi lugar, el que refleja todas las inquietudes. No es una secta partidaria. No entiendo el contenido político transformador de decir que Villa Nueva será de tal partido, como plantean algunos... si no tenés un plan de gobierno, de nada sirve que el municipio vuelva a ser conducido por cierto partido”, expresó el candidato del Frente Cívico.
Argüello remarcó que le toca “ver una dirigencia política que se hace cargo de las situaciones de la población sólo en campañas electorales. Yo me hago cargo siempre y puedo afirmarlo con autoridad. Desde la fe, desde las organizaciones comunitarias, venimos haciéndonos cargo. Tengo un lugar desde el cual referenciarme”.
El candidato de Luis Juez recalcó que lo esencial es generar un plan estratégico de gobierno. “La improvisación ha sido la pauta de los últimos tiempos. Siempre a la espera de gestiones que vienen del afuera, del derrame, de que caiga algo a Villa Nueva”, indicó. Luego precisó que hay 1.500 familias a la espera de una vivienda. “La gente no puede esperar sorteos sin opción de construcción. Juez va a reeditar la hazaña de crear planes habitacionales, faltan 500 mil viviendas en la provincia”, declaró. También prometió la expansión de la obra pública “porque con transparencia se van a multiplicar los recursos, sin obras con sobreprecios”.
Por otro lado, dijo que sintió “un dolor profundo” al visitar el Hospital Comunitario. “¿Cómo puede ser que no funcione el quirófano? Con ese grado de inversión, de infraestructura. ¿Cómo puede ser que no funcione la sala de partos?”, se preguntó. “No atienden si no pagas el bono, debe ser el único nosocomio en que ocurre eso, siendo que hay gente que realmente no puede, que vive en la indigencia”, contó. “Que hoy la ciudad no cuente con un sistema de salud que alguna vez tuvo, quiere decir que faltó gestión, es una vergüenza y parte de lo que significa el modelo actual”, consideró.
Entre sus proyectos, figura un programa inclusivo atendiendo a personas con capacidades diferentes, apoyo y promoción de Pymes y emprendimientos familiares, la creación de una incubadora de proyectos productivos con articulación estatal y privada, capacitación en oficios. En salud, la creación de Centros de Atención Primaria de Salud en los barrios, un programa de promoción del buen trato y asistencia a la víctima de violencia, un plan barrial de educación popular, entre otros puntos.