La construcción del nuevo puente llegó a la etapa en que se hace más visible. En los meses anteriores, estuvieron haciendo la estructura a unos 30 metros bajo el agua.
En la etapa actual, están ensamblando las vigas de cemento construidas en Zárate y luego vendrá la parte de metal, hecha en Río Tercero. Si todo sale dentro de lo previsto, en octubre, estaría concluido.
Así se lo explicó el ingeniero Rodolfo Bergamasco, del Eninder, a los intendentes de Villa María y Villa Nueva, Eduardo Accastello y Guillermo Cavagnero, quienes ayer visitaron la obra.
“Estamos en el momento del montaje de la estructura definitiva”, explicó. “No es sencillo porque se necesita una logística de transporte y una de montaje. Por ejemplo, cada una de estas vigas pesa 45 toneladas, lo que requiere el auxilio de dos grúas para montar cada una de ellas, en un lugar incómodo como éste y de mucha circulación”, agregó.
Para poder trabajar en el río debieron hacer un terraplén, que, una vez terminada la obra, se desmantelará para que el cauce vuelva a su curso natural.
El montaje comienza con la instalación de las vigas longitudinales -que es lo que estaban haciendo ayer- que deben cubrir el recorrido de 120 metros del nuevo puente.
Luego se colocan las transversales y para hacer las veces de encofrado, deben instalar lo que llaman las “prelozas”.
El paso siguiente es colocar el hormigón fresco ya en el lugar, que será el rodamiento definitivo o tablero.
Después viene el ensamble del arco metálico, que se realizará en el lugar.
“Una vez que esté armado, se procede al montaje para el funcionamiento definitivo”, explicó Bergamasco.
Con el arco y el “piso” o tablero llega la etapa en que “cuelgan” la base hormigón con unos cables resistentes que sujetan la base. El arco es el que está sostenido, a su vez, con la estructura hecha bajo el río.
Recién ahí podrán sacar toda la estructura provisoria y el puente quedará habilitado. “Esperamos que sea en octubre. Ya está todo, por lo que estoy seguro que no va a haber inconvenientes”, concluyó.