Nadie como David Bowie ha sabido plasmar de manera tan clara y rotunda los caprichosos vaivenes del rock como manifestación artística de consumo popular. Y es que Bowie, mutante e imprevisible, siempre ha jugado con un poder visionario que le ha permitido ir más allá del resto de sus coetáneos, utilizando una amplia gama de músicos y productores y remodelando episodios de la historia del rock a medida que esta avanzaba. Este inusual personaje del mundo musical se anticipó a corrientes y modas jugando con ellas y explotándolas año tras año para su propio lucimiento. Un artista de una desbordante personalidad, tanto en su vida particular como en su peregrinada trayectoria como hombre público. David Bowie ha logrado conectar con las inquietudes de su tiempo gracias a un asombroso poder de intuición, aunque no todos los logros que él se atribuye, le pertenecen. Además, representa a ese tipo de personas que saben sacar provecho de las más complejas situaciones adversas. Ya en su infancia, Bowie, producto de un altercado escolar, estuvo a punto de perder su ojo izquierdo. Finalmente con asistencia profesional, lo pudo salvar a costa de sacrificar una gran parte de su visión, pero su pupila inmóvil lo ha marcado de por vida. Un detalle que refleja su férrea personalidad que explica el por qué de su cotidiana afirmación personal y el rótulo "de diferente" que enarbola como un orgulloso signo de distinción. Nació como David Robert Jones, en el seno de una familia pequeño-burguesa, asentada en un barrio obrero, conocido como el Brixton, en Londres, en enero del ‘47. Por imposición paterna, comienza a ejecutar el saxo y comienza a vincularse con el jazz y a coquetear con la filosofía budista al tiempo que devora las enseñanzas de la "beat generation". Influenciado por su hermano mayor, abandona la escuela y comienza a trabajar en dibujo publicitario. Su acercamiento a la escena musical, se proyecta estrictamente desde una perspectiva estética. Durante la segunda mitad de los ‘60, se produce la reacción de Bowie al pop imperante de aquellos años. Sus primeras presentaciones con grupos de acompañamiento de diversas naturalezas, infieren su paso por la línea del rhythm and blues, camuflado cuidadosamente bajo un estudiado barniz de estilo "mod", estilo que desde los inicios de su carrera, ha estado siempre latente en el aspecto estético visual de su figura. Ha sido responsable de una relevante lista de éxitos, convertidos en singles. Uno de sus más difundidos fue el recordado "Lisa Jane" con los King Bees como músicos de apoyo. Una placa simple que en su momento vendió más de cuatro millones de copias.
Recuerdos del viejo Canal 2
Nuestra semblanza villamariense tiene un correlato con el artista del que nos ocupamos en esta entrega, porque en realidad Bowie es un producto original de los ‘60 con proyección a los ‘70 y precisamente, en 1963, nace en nuestra ciudad nuestro propio canal de televisión. El responsable de esta columna atesora recuerdos entrañables sentado frente a la "gran caja mágica de imágenes".
Y precisamente, un puñado de series inolvidables permanecen intactas en la memoria popular de aquellos primeros años de los ‘60. Estábamos firmes los viernes con "El fugitivo" a las 21 y "Combate" robaba nuestra atención los sábados a las 20, por la frecuencia de nuestro querido Canal 2. Por cierto muchas otras conformaban la plantilla de programación de la emisora televisiva local. "El tejano", "El show de Dick Van Dicke", "Bonanza", "En la cuerda floja", "Valle de pasiones" y muchas más ...
Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO
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