Gloria Sánchez se expresa con firmeza hasta que se le pregunta qué tiene su hija. Entonces, sus ojos se le nublan y se le quiebra la voz. Es que además de verla enferma, tiene que soportar que el Estado la ignore. Ayer le contó a EL DIARIO en su casa de calle Sabattini lo que le sucede.
Micaela Ferreyra, su heredera de 22 años, está internada en el Instituto Lorenzo Milani de la capital cordobesa, por el autismo con grado de esquizofrenia que padece.
“Lucho por los derechos de mi hija discapacitada, que se encuentra en un desamparo total porque el PAMI no le cubre nada. Está internada porque las autoridades del instituto cordobés tienen el gesto tan humano de tenerla desde hace un año y medio de manera gratuita”, resaltó.
Hasta cumplir los 21, el Estado cubrió el costo de internación en aquel establecimiento, pero al conseguir la mayoría de edad “quedó a la deriva y así permanece hasta hoy”.
“Micaela tiene que dejar la institución y el PAMI sigue sin dar respuestas, he acudido a todos lados pero la única que se moviliza por el tema es Miriam Cornejo”, indicó.
“Las causas de la enfermedad son un misterio y no hay nada comprobado en el mundo. No le conozco la voz a mi hija, es como un bebé, hay que cambiarla, todo”, contó acongojada. “Jamás pedí remedios o médicos al PAMI, sólo el bolsón desde hace diez años. No me pueden dejar a la deriva”, declaró la mujer, que es vendedora ambulante.
“No sé cuánto cuesta cada mes en el instituto pero es costoso y gracias a la actitud de ellos puede estar aún allí, pero esto no puede suceder”, advirtió Gloria.