Escribe: Diego Pellegrini (h)

Fue lo más parecido a un milagro deportivo, algo que nadie esperaba y finalmente se dio. Porque ni el más fanático hincha de Atlético Ticino podía imaginar el desenlace que sucedió, hasta algunos ya se habían retirado de la cancha, u otros apagaban la radio... No querían ver más.
Es que, Rivadavia estaba más cerca del cuarto gol, que el local de la impensable remontada. Pero de repente, al cabralense “se le cayó la estantería encima” y llegó el empate 3 a 3, la definición de penales, Fantino se enciendió y tapó un penal, Atlético convirtió todos y luego estalló de felicidad Ticino ante el disparo fallido de Andrés Lazo.
Previo a dicho final de película, se dio una serie que comenzó en Arroyo Cabral y terminó ayer con sendos empates en tres. Seguramente ambos merecían pasar. Pero solo uno pudo hacerlo.
Y ese fue Atlético. Que tuvo que luchar como nunca y terminó festejando con caravana incluida por su localidad.
Antes de todo esto, una primera etapa con el cero en el resultado, como actor principal. Situaciones por ambos bandos y penal errado para el equipo local.
Ticino no encontraba la manera de vulnerar la defensa del “verde”. Un centro peligroso de Ismael Rodríguez que nadie pudo empujar (15’) y un remate de Ayrton Páez que se fue cerca (29’), era lo único para destacar.
Al albirrojo le costaba y a Rivadavia también, teniendo en cuenta que los dirigidos por José Luis Danna llegaban a “cuenta gotas”. Sólo un disparo de Lucas Damiani, desde afuera (25’), para remarcar en la primera media hora de juego visitante.
Hasta que en el minuto 31’, Ricardo Serda le comete infracción a Rubén Vilchez y el juez marca penal. Antonio Russo se encarga del remate pero su disparo sale desviado.
Ticino, golpeado por el penal fallido, ve como Rivadavia crece y empieza a complicarlo. A los 32’, Cristian Platini se lo pierde dentro del área, tras centro de Domínguez. Seis minutos más tarde, otra vez Platini define ante Fantino, pero Damián Olmedo despeja sobre la línea, cuando todos gritaban gol.
Claro que los goles estaban guardados para un complemento infartante.
Todo empezó con un penal de Matías Bettiol sobre Platini (3’). Lucas Damiani se hizo cargo del disparo, para decretar el 1 a 0.
Ticino no logró asimilar el gol tempranero y Rivadavia empezó jugar el partido soñado, ganando claramente en la mitad de la cancha, encontrando a un rival desordenado en defensa, que estaba para el “cachetazo”.
Y justamente un ex Ticino le daría al visitante el 2 a 0 parcial (23’). Fue Andrés Lazo, que ganó de cabeza en el segundo palo, para llenarse la boca de gol.
Atlético no reaccionaba y los de Danna aprovechaban. Ya que a los 29’, Juan Peretti ganó por izquierda y definió al gol, ante la salida del arquero, para colocar el 3 a 0.
¿Partido liquidado? Muchos decía que sí. Viendo más que nada los contra ataques de Rivadavia.
Pero el descuento de Emanuel Coria fue fundamental para que su equipo reacciones. Apilada dentro del área del ex 9 de Julio, para el 1-3 (33’).
Nueve minutos más tarde, Ayton Páez se hizo cargo de un tiro libre, que lo terminó clavando en el ángulo, de un Berardo que parecía inexpugnable. Golazo y Ticino con vida.
Y a los 46’, Páez desborda por izquierda para encontrar, con un centro perfecto, al recién ingresado Gonzalo Bértola. El volante juvenil, disparó con una bolea espectacular, a contra pie del uno cabralense, para el 3 a 3 final, que decía que la serie se definía desde los doce pasos.
Y los penales tenían guardado una página especial para Atlético, que con una tapada de Fantino, y el disparo fallido de Lazo, hicieron estallar a todo Ticino, para pasar a llamarse Atlético del milagro.

Penales

Damiani: gol (R)
Páez: gol (AT)
Barengo: atajado (R)
Vilchez: gol (AT)
Peretti: gol (R)
Coria: gol (AT)
Berardo: gol (R)
Bianchi: gol (AT)
Lazo: afuera (R)

La figura

Ayton Páez tuvo la valentía, con 16 años, de conducir a su equipo a una remontada histórica. Clavó un golazo de tiro libre y se cargó el equipo al hombro para llegar al 3 a 3. En la serie de penales, marcó el suyo con suma tranquilidad. En Rivadavia, Lucas Damiani fue lo mejor.

El árbitro

Juan Pablo González tuvo un partido flojo. Acertó con los dos penales que marcó, pero se equivocó en varias oportunidades. Habló mucho, le faltaron varias amarillas y en los últimos quince minutos obvió tres faltas claras contra Rivadavia, cuando el verde salía de contraataque.