¿Es la contemplación un modo de conocimiento clausurado para los seres humanos del tercer milenio? Esta es una pregunta que la doctora Patricia Ciner no sólo se hace cada día de su vida, sino que la utilizó como disparador para abrir su seminario de Teoría del Conocimiento. Quizás porque en tiempos de experimentos como el pasado Siglo XX, la actitud filosófica por excelencia había sido relegada a la cajonera, como si se tratara de un arcaísmo inservible.
Por cierto que al hacer esta pregunta inocente, la pensadora sanjuanina estaba poniendo en juego más de un tema candente; como por ejemplo, el sentido del saber filosófico en tiempos de pura tecnología; el lugar que hoy tendrían (y sobre todo no tendrían) pensadores como Platón, Aristóteles o Plotino en el mapa del conocimiento humano o el aparente sinsentido de las nociones de Amor, Justicia y Verdad (todas con mayúsculas, como a ella le gusta) en la actual conversación disgregada de la raza humana.
Pero, estimados lectores, pasen por favor a esta entrevista, que el micrófono ya es de la doctora por el resto de la tarde.

Platón en tiempos de la Tecnociencia

“Cuando me pregunto por la contemplación, no hablo de la actitud de alguien que no pareciera estar en el mundo sino al contrario, hablo de esa capacidad humana para ver un núcleo objetivo de arquetipos eternos desde el mundo, para decirlo platónicamente”, señala Ciner.
-¿Se puede hablar de arquetipos eternos en tiempos de pura tecnología?
- “Sí que se puede. Lo que pasa es que en el Siglo XX hubo un paradigma que tuvo mucha fuerza; era el que decía que todo es interpretación. Yo, sin desmerecerlo, quiero proponer otra cosa. Y entonces me pregunto ¿realmente todo es interpretación o hay una suerte de núcleo objetivo en todo lo que observamos? Si bien no se puede decir con exactitud qué es La Verdad, La Justicia o El Amor, con ese mismo criterio tampoco se puede adherir a un relativismo absoluto del todo vale.”
-¿Se puede tener una actitud contemplativa al estado puro en el presente?
- “Sí, pero es todo un desafío.”
-¿Por qué?
- “Porque el mundo ha perdido la ingenuidad de confiar en el prójimo. Entonces se hace necesario discernir entre los arquetipos eternos y las manipulaciones a las que éstos se ven sometidos. En una palabra ¿cómo saber que un ser humano está contemplando la Justicia y no la está manipulando? ¿Cómo confiar que ese ser no va a cometer atrocidades en nombre de eso que dice conocer?”
-Sin esa ingenuidad primordial, ¿igual podemos conocer?
- “Sabemos que somos desconfiados, que somos subjetivos, que tenemos traumas, que las pasiones nos dominan; pero a pesar de todo seguimos siendo capaces de contemplar. Por consiguiente podemos acceder a la Verdad.”
-La contemplación como actitud existencial ha sido degradada, ¿es porque “no produce” mercancías?
- “Claro. Pero fijate vos que esto es una paradoja porque, por un lado, la contemplación está degradada, pero por el otro los seres humanos nos sentimos agobiados por el mandato de hacer.”
-¿Hacer y contemplar no pueden convivir?
- “Hay que distinguir la ‘acción’ de la ‘actividad’. Los griegos entendían a la contemplación como la más poderosa de las actividades, no de las acciones. Cuando uno verdaderamente contempla, la actividad es mucho más eficiente. La ‘acción’, en cambio, es el hacer por hacer. Y ya sabemos que eso no lleva a ningún lado.”

El Conocimiento en las Humanidades y las Ciencias

-¿Se modifica la idea de “conocimiento” con la escisión entre Humanidades y Ciencia?
- “En nuestros tiempos está la idea de que sólo es ‘comprobable’ lo que se puede medir o pesar. Y eso es muy válido, pero no en todos los ámbitos. La realidad es multidimensional y no hay que descartar ningún paradigma. Pesar o medir no son las únicas maneras de conocer. Si una noche miro las estrellas y siento una emoción ante la magnificencia del cosmos ¿por qué tengo que dudar de esa sensación que me produce la certeza de un orden y una belleza? Y porque no pueda medir y pesar esa ‘experiencia’ ¿por eso es menos cierta? Medir y pesar tienen apenas unos pocos años en el mundo. La contemplación tiene más de 7 mil.”
-¿De dónde viene, entonces, la necesidad de conocer?
- “Podríamos partir de la ‘Metafísica’ de Aristóteles que dice: ‘Todos los hombres por naturaleza desean saber’. Tenemos ese mandato de nuestra especie. Y el Siglo XXI tiene varios mandatos y sobre todo, dos desafíos.”
-¿Cuáles?
- “Armonizar el paradigma de la multiplicidad con la unidad y recuperar la antigua noción de sabiduría. Y en estos dos sentidos, esta Maestría ha sido magnífica.”

Iván Wielikosielek
Especial UNVM