Ganar 3 a 0 en tierras patagónicas le dio a Alumni no sólo un porcentaje enorme de posibilidades para quedarse en el torneo Argentino A, sino también algunos días de tranquilidad para borrar pálidas y un panorama positivo para empezar a manejar la próxima temporada, en el replanteo institucional y deportivo.
Dentro de una Promoción en la cual el equipo de la categoría superior conserva su lugar en caso de igualdad en puntos y goles, sólo una catástrofe podría causar el jueves el descenso del equipo villamariense, en Plaza Ocampo.
Deportivo Roca, que llegaba golpeado luego de perder la final del torneo Argentino B, no parece tener en su formación el poderío suficiente para darle semejante golpe de nocaut al conjunto dirigido por Víctor Riggio.
Los sureños deben ganar por más de tres goles de diferencia y eso para ellos sería un milagro total porque, precisamente, viene falto de contundencia.
"Si convertíamos alguna de las que tuvimos, el partido habría sido otro. Pero no andamos bien con el gol, ellos tienen jugadores muy importantes y no nos perdonaron nuestros errores", reconoció el arquero del “Depo”, Darío Sand.
En ese sentido, si bien para sus hinchas, los jugadores de Roca dicen que no dan por perdida la Promoción y que van a dejar todo en la revancha, la realidad parece ofrecer un panorama propicio para la continuidad de Alumni en el Argentino A.
Esto se traduce también en la sinceridad del paraguayo José Fleitas, central del equipo que conduce Ricardo Pancaldo.
"El 3-0 es muy complicado de dar vuelta, la serie está casi cerrada lamentablemente", declaró el defensor después del partido.
A todo esto, hubo señales elogiables de Alumni, que no venía bien en la previa y, sin embargo, alcanzó a demostrar su jerarquía en Río Negro.
En principio, la efectividad de Carlos Herrera (héroe de la Reválida ante Unión de Villa Krause, el año pasado y uno de los goleadores de la temporada) sostiene una confianza. Pero además, por primera vez después de mucho tiempo, el equipo no recibió goles, a pesar que tuvo algunos inconvenientes en la última línea y reproches entre compañeros porque algunos jugadores rivales recibían cómodos en el área o en zonas de definición.
La buena tarea del arquero Jonathan Scalzo (muchas veces criticado por su nivel) cada vez que se lo requirió y la puntería desviada de los jugadores de Deportivo Roca también explicaron un poco el resultado y dejaron un escenario propicio para Alumni en la revancha del jueves.
De todas maneras, lo más importante fue que la formación de Riggio logró acoplarse a tiempo, con goles, actitud y personalidad. No es para menos.
No haberse desmantelado en la previa de la Reválida, más allá de los contratiempos, es uno de los puntos claves de este grupo que, en un principio de año, no daba la impresión de promocionar y, con el correr de los partidos, fue perdiendo imagen y cambiando obligadamente por suspensiones, lesiones y otras yerbas.
La reaparición de Luciano De Bruno, autor del último gol en este duelo de ida, es una clara muestra de este acierto que destaca un poco la imagen del propio “Tano” Riggio, uno de los más disgustados con el jugador en un lapso de la etapa de entrenamientos previa a la Reválida.
En este caso, parece que el mismo grupo (entre jugadores y cuerpo técnico) fue -en parte- responsable de este momento crucial de Alumni y, por lo tanto, todos debían aportar su granito de arena para reivindicar al equipo frente a las necesidades.
Ahora sólo queda un pasito más y, aunque no parece difícil de sobrellevar, los protagonistas prefieren ser cautos.
“Estoy contento porque el equipo estuvo bien en todas sus líneas; atrás no hubo problemas, adelante fuimos contundentes y los volantes colaboraron en todo momento”, rescató Riggio, aunque sostuvo que “no hay que confiarse porque falta un partido”.


¿Y despues?

Si bien en la cabeza de todo Alumni la idea es apostar al partido del jueves y nada más, es imposible no pensar en lo que será del club en el futuro, en caso de quedarse en la tercera categoría del fútbol argentino.
Riggio dijo ante la prensa que recién después del partido del jueves hablará sobre su situación, aunque todo indica que no seguiría en la entidad y que su futuro sería Gimnasia y Tiro de Salta, entidad que acaba de ascender al Argentino A.
Mientras, en materia de jugadores, algunos finalizarán su contrato con el club y otros buscarían otros horizontes.
El “Tanito” Renato Riggio, por su buena temporada en la categoría, también podría volver a Gimnasia si su tío finalmente dirige allí.
En el caso de De Bruno se dice que podría recalar en Tiro Federal de Rosario, mientras Sergio Zanabria debería volver a Rafaela.
A todo esto, diferentes versiones circularon esta semana sobre un interés de Sportivo Belgrano de San Francisco por Diego Manicero.
Más allá de todo, vale recordar que hubo una promesa del intendente Eduardo Accastello ante la entidad de Villa Aurora. Y por ello mucho del futuro del club dependerá de su interferencia.
“Ustedes mantengan la categoría”, pidió el recientemente reelecto mandatario, cuya intención es ayudar, pero siempre y cuando tenga la certeza que las cosas marcharán bien en el seno de la entidad.
En ese aspecto, no se descarta que algunos socios de Alumni cercanos al intendente puedan incorporarse a las filas del club para ocuparse del fútbol.
Un actual dirigente de Alumni le confesó a EL DIARIO días atrás: “Nosotros ya no podemos recaudar todo el dinero que hace falta para afrontar otro torneo así; estamos un poco agotados, no somos muchos, las grandes empresas no aparecen para apoyar como en otros clubes y, si alguien nos dice que se hace cargo de la participación en el Argentino A, no vamos a cerrarle la puerta, al contrario, no queremos volver a vivir esta situación”.
Después del jueves el horizonte será más claro.