La Policía de Villa María le asestó ayer un duro golpe al narcotráfico interprovincial, al detener a tres individuos que transportaban poco más de nueve kilos de estupefacientes en una mochila, además de un arma de fuego de grueso calibre.
Se trata de dos santacruceños y un tucumano, que circulaban a bordo de un automóvil Renault Logan con los vidrios polarizados por las inmediaciones del Hospital Regional Pasteur.
Los sujetos se habían estacionado sobre calle Pasteur a la altura del 246, lo que despertó inquietud en una vecina del lugar, quien dio aviso al Comando de Acción Preventiva alertando a la Policía sobre la presencia sospechosa de los desconocidos.
En rigor de verdad, personal de la División Investigaciones de la Unidad Departamental General San Martín ya tenía conocimiento de que individuos foráneos arribarían en cualquier momento a la ciudad con drogas en su poder, por lo que de inmediato dispusieron un operativo para aprehender a los narcotraficantes.
Así, una comisión de la citada dependencia concurrió al lugar y cuando los efectivos (vistiendo ropas de civil) se identificaron como policías, uno de los ocupantes del vehículo se bajó raudamente y pretendió salir corriendo, pero fue detenido de inmediato.
Al mismo tiempo, los otros dos sujetos se dieron a la fuga a bordo del Renault, pero fueron interceptados minutos después en la esquina de bulevar España y calle La Rioja gracias a un operativo cerrojo dispuesto vía radial con móviles de la Patrulla Preventiva.
El individuo que se bajó del coche en calle Pasteur lo hizo portando una mochila de color azul, de cuyo interior la Policía secuestró un revólver cromado calibre 38 Special (considerado arma de guerra), sin marca ni numeración visibles y con cinco proyectiles en el tambor. Asimismo, se encontraron siete “ladrillos” de marihuana compactada con un peso total de 6,725 kilogramos, 1,750 kilo de pasta base, un tarro plástico conteniendo 625 gramos de cocaína, una bolsa con otros 10 gramos de cocaína y una tiza de la misma droga de 5 gramos.
Los infractores a la Ley Federal de Estupefacientes 23.737, también conocida como “ley de drogas”, fueron identificados como Pablo Vicente Naranjo, de 32 años, oriundo de la provincia de Tucumán; Damián Elías Berastaín y Horacio Alberto Agüero, ambos de 35 y radicados en Caleta Olivia, Santa Cruz.
Los tres fueron imputados por infringir la referida legislación que reprime la tenencia de drogas y quedaron a disposición del juez Federal de Villa María, Mario Eugenio Garzón, mientras que Agüero también deberá responder ante la Justicia ordinaria por el delito de “tenencia ilegal de arma de guerra” ya que el revólver calibre 38 estaba en su poder cuando fue detenido.
Cabe señalar que una vez interceptado el coche en la esquina de España y La Rioja, fue trasladado a la Comisaría de Distrito, donde por orden del juez Garzón se dispuso una minuciosa requisa a los efectos de establecer si había más estupefacientes ocultos en diferentes partes del rodado.
Para ello se utilizaron los servicios de una perra especialmente adiestrada en la Dirección de Canes de la Policía de la Provincia para detectar drogas. Se trata de “Alma”, quien olfateó el Renault Logan milímetro a milímetro, aunque finalmente no halló nada.
En realidad, la perra sí detectó lo que se conoce como “rastro muerto”, es decir el lugar donde estuvo almacenada droga, por lo que se determinó que en el lugar señalado por “Alma” con un ladrido los narcos llevaban la mochila azul en la que transportaban la cocaína y la marihuana que fue secuestrada.