Unos 41 alumnos del Instituto Inmaculada Concepción presentaron una propuesta de servicio tendiente a mejorar las condiciones de vida de los ancianos que habitan en el Hogar San Martín de Porres.
Luego de un trabajo de campo, los estudiantes determinaron como problema el hecho de que los abuelos “no reciben una asistencia médica adecuada, una alimentación equilibrada y una contención psicológica apropiada”.
El objetivo de los chicos es conseguir recursos económicos para mejorar las condiciones de vida, ya que consideran que la ausencia de los mismos “repercute en el estado físico y anímico” de las personas de la tercera edad.
El Inmaculada Concepción busca, por otra parte, “alentar la creación de espacios de contención para los adultos mayores”.
También, quieren “resignificar el concepto de ancianidad en el imaginario social, a través de campañas de difusión y propagandas, tendientes a concientizar sobre la función del geronte en el mundo actual”, según subrayaron anteanoche, en ocasión de visitar el Concejo Deliberante.
Los alumnos de sexto año realizaron encuestas y entrevistas a una población de ancianos.
Los chicos concluyeron que “tanto el imaginario social, como la autoimagen de los ancianos pueden sintetizarse en la concepción de una vejez como una etapa de la vida no placentera, inútil, asediada por trastornos físicos, una constante sensación de desarraigo, de pérdidas sociales, familiares, económicas, etcétera”.
“Si a esto le sumamos las condiciones edilicias y de atención a las que son expuestos los abuelos que son internados en geriátricos y hogares municipales, la situación se potencia negativamente, generando angustia, soledad y depresión”, advirtieron.
Los alumnos consideraron que si se mejoran las condiciones edilicias en el Hogar San Martín de Porres, “sumado a una supervisión profesional periódica de diferentes especialistas, dependiendo todo de un compromiso económico mensual, se estaría mejorando el bienestar de un grupo de adultos mayores cuya calidad de vida es muy precaria”.

@“Está en juego nuestro propio derecho”

“Los viejos constituyen hoy una minoría, y como tal, son discriminados por la mayoría de la sociedad. Pero todos nosotros, si no nos morimos antes, llegaremos a formar parte de esa minoría, de manera que lo que aquí está en juego no es nada más ni nada menos que nuestro propio derecho a ser considerados, queridos y escuchados”, resaltaron los elaboradores de la propuesta.
Los chicos se alejaron de los condimentos políticos, a pesar de presentarse en el Concejo Deliberante y de respaldar proyectos de la concejala Sandra Bailone sobre la tercera edad. “No aspiramos a una crítica política sino a develar una realidad que nos es próxima y que nos interpela a modificarla positivamente”, explicaron.
El proyecto nació en la institución educativa y apela a los ediles “para obtener resultados fructíferos a corto plazo”. Si bien se centró en el San Martín de Porres se “proyecta hacia todas las acciones tendientes a mejorar las condiciones de vida de todos los ancianos”.
Tras presentarlo oficialmente anteanoche en el órgano legislativo, buscarán sumar donaciones y recursos económicos por parte de la sociedad.