¿Quién podrá juzgarlos?
Señor director:
Muchas veces cuando uno debe hacer una crítica o una acusación de un acontecimiento grave, antes debe despojarse de las pasiones e impulsos que sólo nos llevarían a la violencia verbal.
Las modas, no sólo son gustos pasajeros por ropas y tendencias en ciertos estilos de vida de algunas personas. También se llama moda, a la tarea de comercializar algo en un lugar y momento determinado. Esto último bien podría llamarse recurso. Pero, no siempre los recursos son honestos. Más aún cuando esos recursos representan el patrimonio cultural y la riqueza de un pueblo, una ciudad, una región, una selva, un bosque, un río, una laguna o cualquier ambiente natural donde subsisten y se preservan especies de fauna y flora. Debiendo incluir por antonomasia la figura del hombre (como habitante nato de esos reductos naturales).
Volviendo a las modas en cuestión, desde hace unos cuantos años (acaso más de veinte), lo que está de moda es el Turismo Ecológico. Algo que no siempre está bien organizado. Pues, en la mayoría de los casos, ciertos grupos u organizaciones manipulan de manera errónea el “negocio”. Explotando casi siempre los sensibles recursos naturales y llevándolos a la degradación y el envilecimiento. Un ejemplo claro lo vemos año tras año en la Península de Valdez, principal enclave faunístico de Argentina, declarado allá por el ‘99 Patrimonio Mundial Cultural y Natural (por la Unesco), pasando a integrar una lista alucinante de “Tesoros de la Humanidad”, como las islas Galápagos (de Ecuador); la legendaria llanura del Serengueti (en Tanzania), y otros santuarios naturales en los que el hombre debería cuidar en mayor medida la invasión turística. Algunos científicos han considerado dañino el acercamiento en botes (con motor fuera de borda) para observar a escasos metros a las ballenas francas australes. Esto, según estudios, ha llevado a alterar y estresar la vida de estos enormes cetáceos. El avistamiento de las ballenas sólo debería hacerse desde la costa, según estudiosos.
Así podríamos mencionar otros ejemplos, como los del Parque Kruger, en Sudáfrica, donde algunos animales terminaron enfermándose por haber ingerido envases que en un descuido pudieron haberse arrojado desde esas caravanas de autos que recorren el Parque Nacional.
La observación en sus ambientes naturales de muchos animales no siempre es la adecuada. El majestuoso laburo informativo que realizan quienes filman y registran fotográficamente la vida silvestre, es compleja y delicada. Nada debe tocarse ni modificarse en pos de una imagen. Porque entonces ese documento no sería fehaciente. Aunque nos duela, si un guepardo juega con un pequeño ciervo, jamás se nos ocurriría ahuyentar al felino para salvar al ciervo. Un profesional que hace documentales sabe cómo actuar.La única verdad cierta es que el hombre, en su sed de crecimiento y conveniencia ya le ha hecho demasiado daño al Planeta y a las criaturas irracionales que aquí viven.
Imagínense qué más podríamos decir de aquellos que capturan y compran animales salvajes para exhibirlos en una suerte de “Moda” aberrante, llamada “muestra itinerante”. ¿Quién podrá juzgarlos?, si los que deberían hacerlo no tienen voz, porque son precisamente irracionales, animales.
En estos zoológicos ambulantes, que recorren el mundo pretendiendo informar mostrando especies, muchas veces enfermas, estresadas, mutiladas y apretujadas en exiguas jaulas, serpentarios o piletas, sometiéndolos siempre a cambios de clima y a reductos que lejos están de compararse con sus ambientes naturales. Muy lejos están dueños de “circos romanos” de animales, de testimoniar con certeza sobre la vida de aquellas pobres bestias. Muy por el contrario, se las presenta como “cocodrilos asesinos”, “voraces serpientes”, y quién sabe qué otros calificativos con el único fin de magnificar y dar fama de carniceros que los animales no tienen ni por asomo.
Lo encomiable de estos mercaderes del horror es el ingenio para bautizar a los bichos. Así hemos oído hablar de “Marco Antonio” (una anaconda, creo…), de “Hércules” (una pitón, a la que presentaban como la más grande del mundo). Y otros nombres y apelativos que más allá de engrandecer a las especies, acaso le ponían una triste corona de espinas.
Vuelvo a preguntarme: ¿quién podrá juzgarlos?, ¿habrá algún organismo internacional que pueda al menos examinar estas “Muestras”?, ¿qué documentaciones autorizan estas evidencias de atropello?, ¿enjuiciarán los mismos niños y adolescentes de cientos de escuelas, cuando descubran la gran mentira de estos “zoológicos ambulantes”?, ¿podrán nuestros gobernantes prohibir la entrada al país de estos “circos romanos” de animales salvajes?
Que nadie crea en aquella resignación del tigre viejo, que le decía al oso, en un circo de mala muerte: -¡Confórmate, el techo y la comida no han de faltar!, como decía aquella canción de Moris.
Juan A. “el Negro” Díaz
DNI 11785829
Sobre el Parque
Señor director:
Ante declaraciones realizadas por el actual intendente y pre candidato Cavagnero, sobre su intención de construir un "Centro Deportivo y Cultural" en el Parque Hipólito Yrigoyen, desde EcoSitio deseamos manifestar nuestra preocupación por propuestas que atentan contra este pulmón verde...
...El actual intendente, planea dentro de su futuro plan de gobierno un estadio techado de 7.800 metros cuadrados con capacidad para cinco mil personas. Este tipo de estructura tendría un impacto de carácter irreversible sobre el actual Parque, que quedaría reducido en su capacidad biológica de manera importante, ni hablemos del impacto visual que tendría. Los espacios verdes son concebidos para que el hombre conviva con la naturaleza, y todo equipamiento que se realice en ellos debe estar al servicio de él, apoyándolo como actividad anexa y complementaria.
El proyecto que se pretende realizar tiene incumbencia urbana para toda la ciudadanía, es por esto que no se lo debe ver como un elemento aislado, sino dentro de un proyecto estratégico general para todo el parque, el cual contemple la necesidad de conservar este área como pulmón verde y verificar las necesidades de nuevas actividades complementarias, las que se deberían dimensionar de acuerdo para quién y para qué se realiza tal proyecto, deberían estudiarse las vías de circulación y accesos, el impacto en el entorno, y que tal vez ese no es el mejor lugar para ubicar un equipamiento de ese tipo.
De acuerdo al Decreto Reglamentario 2131 de la Ley 7343, en su Anexo 1. Inc. 21 indica que este tipo de emprendimiento está obligatoriamente sujeto a presentación de Estudio de Impacto Ambiental... Desde Eco Sitio en caso de seguir adelante con este proyecto solicitará Audiencia Pública a la secretaria de Ambiente de la provincia.
El Parque Yrigoyen es de seguro uno de los activos más importantes de la ciudad y característica distintiva de Villa Nueva, categoriza como Patrimonio Natural local y toda intervención a realizarse en él debe someterse a pruebas de factibilidad profundas. Es por esto que desde Eco Sitio proponemos que se realicen estudios más exhaustivos, que den como resultado un Proyecto General para todo el sector, que lo ponga en valor y rescate para toda la población. Se podría recurrir al llamado a concurso de profesionales y al consenso de todos los vecinos que lógicamente se verán afectados por el cambio en el paisaje y por la dinámica propia del proyecto al tener en las inmediaciones un estadio en vez de un espacio verde. Sobre todo nos preguntamos si el proyecto es realmente necesario para la ciudad...
Numerosas fueron las veces que intereses privados y públicos pusieron sus ojos en el predio, esperemos que esta vez sea una más y no pase de una simple promesa electoral, y en el caso que se lleve adelante, esperamos que se haga a conciencia y profesionalmente respetando la salud ambiental de la ciudad y de todos sus habitantes, es hora de pensar los proyectos planificándolos y no como elementos aislados dentro de “áreas supuestamente vacantes”.
Las ciudades deben pensarse, deben planificarse en pos del bien común y de pensar qué queremos para el futuro del lugar en el que vivimos, qué queremos dejarle a las generaciones que vendrán, qué podemos aportar, qué podemos mejorar. Se pueden hacer muchas cosas, sólo hay que proyectarlas en el espacio y tiempo, siempre con un horizonte claro.
Arq. Victoria Ranco
Area Urbanismo de Eco Sitio
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