En la mañana de ayer, Eduardo Accastello subió en la puerta de la Municipalidad a una combi que inició un viaje de dos horas seguido por una decena de periodistas de medios locales, a los que pidió algo de paciencia, porque quería mostrar “doce frentes de obra” con los que “se está mejorando la calidad de vida de los vecinos en muchos sectores”.
Todo empezó por la costanera, entre las compuertas del Balneario Mulinetti y el Anfiteatro Centenario. Allí el director de Desarrollo Urbano Pablo González y la arquitecta del área Elizabeth Palacios ayudaron en las explicaciones. A los datos conocidos (toda la costa del lago podrá transitarse por una vereda de madera paraguaya tipo deck), se sumaron nuevos detalles:
-La DIPAS dragará todo el lecho entre los puentes Vélez Sarsfield y Andino.
-Mediante una pasarela “como hay en las Cataratas” uno podrá adentrarse en el embalse caminado sobre las aguas.
-Los escenarios Meinardi (frente al Polideportivo) y Vanzetti (detrás del Reloj de Sol) fueron volteados y “serán emplazados nuevamente de manera que no impidan la vista hacia el espejo de agua, es decir, estarán a nivel del mismo. Conviene detenerse en este punto, a la altura de la avenida Naciones Unidas. Por un lado, en torno al Reloj de Sol habrá una fuente “de la que emanará una bruma que mantendrá húmedas las piedras que representan a nuestros desaparecidos”. Por otro lado, entre el grupo arquitectónico y el nuevo escenario Vanzetti, “se rellenará con decenas de camionadas de tierra para crear una pendiente tipo anfiteatro, donde se estima que unas 2.500 personas podrán asistir sentadas en el pasto a los espectáculos que se programarán permanentemente”.
En las obras de la costanera están trabajando actualmente 110 personas y la semana próxima “podrían sumarse otras 30”, según se indicó.
Luego, en barrio Roque Sáenz Peña, concretamente en la zona Teniente Ibáñez y Estados Unidos, pudieron verse las obras que se están realizando en materia de cordón cuneta y pavimento.
Otra cuadrilla trabajaba en Parajón Ortiz y López y Planes, de barrio Carlos Pellegrini. Y más allá, en el Nicolás Avellaneda, estaba esperando la carpeta la calle Salta hasta el punto en que la ciudad se hace campo.
“Todos los barrios tendrán acceso y egreso pavimentado para que lleguen todos los transportes... Acá están esperando las máquinas que vendrán del Industrial”, señaló Accastello, porque “está todo coordinado para aprovechar el tiempo”.
En ese sector mostraría luego las calles asfaltadas de las 97 Viviendas y los preparativos para unir ese núcleo urbano, asfalto mediante, con la última calle pavimentada del barrio Rivadavia (Quintana). “Como ven, ya está preparada la Ramos Mejía...”
Hubo más por el San Justo, por el Bello Horizonte, en especial por avenida Universidad, “que tendrá canteros centrales con plantas como los mejores bulevares...”.
El sol pegaba fuerte, los periodistas se cansaban y Accastello seguía dale que te dale: “Porque con las 150 cuadras de asfalto, más estas 100... Y las propiedades de la gente cobran más valor... Y...”.