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Tamara Aguada, la joven que fue detenida luego que “inventaran que estaba en estado de ebriedad y que hasta había atropellado a una policía, nada de lo cual es cierto” |
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Todo comenzó en un control de tránsito que se desarrollaba en la calle San Luis y Manuel Belgrano, en la tarde del martes.
Tamara Aguada, de 26 años, domiciliada en la calle San Luis al 400 de barrio Centro sur de Villa María, se detuvo en el control cuando se dirigía junto a su pequeña hija de 3 años hacia el médico pediatra, para que la niña fuera atendida.
En el operativo se detectó que Tamara no contaba con la Inspección Técnica Vehicular de su automóvil Ford K, que es obligatorio en la ciudad desde fines del año pasado.
“Le conté al inspector que había ido a hacer la ITV pero me faltaba el alineado y el balanceado, entonces quedamos en que después regresaría a esa Inspección. Me preguntaron en el control si no tenía algún papel que certificara tal situación y les conté que no me dieron nada”, indicó Tamara al dialogar con EL DIARIO ayer al mediodía, en su vivienda.
Ante la ausencia de este requisito, le dijeron que el auto quedaría demorado.
“Les pedí que no me lo retuvieran porque tenía que llevar a la nena al pediatra, que yo firmaba la multa y me hacía cargo, pero que me dejaran seguir; no aceptaron y comprendí que debía dejar el vehículo”, señaló.
Sin embargo, todo cambió cuando un efectivo femenino de la Policía de la Provincia de Córdoba “me manoteó la tarjeta verde del vehículo y no me la quiso dar más”.
Aguada terminó dejando la licencia verde en manos de la policía y regresó a su hogar. Desde allí hizo algunas consultas y todas las voces que requirió coincidieron en que un efectivo de la Policía de la Provincia no podía quedarse con la documentación de su rodado, por lo que decidió concurrir nuevamente a la esquina en que se había producido el operativo.
Sorpresa mayúscula la de ella cuando la agente, a la que identificó como Daiana Giménez pese a que ésta “no quiso identificarse en ningún momento” se negó a otorgársela y, para peor, “llamó a un móvil diciendo que yo estaba en estado de ebriedad”.
“No lo podía creer, no lo puedo entender. Siento mucha impotencia -habla con calma y se le llenan los ojos de lágrimas-. Yo me iba al médico y después entraba a trabajar (en un local de calle Rivadavia y Entre Ríos), jamás podría haber estado borracha como ella dijo.” Ante esto, hubo un cruce de dichos y “me terminó pechando contra la pared, luego de lo cual me puso las esposas”. El cuadro se fue empeorando y Aguada terminó en un calabozo de la Departamental General San Martín de Policía.
“Allí el médico policial se negó a revisarme, seguramente porque podía encontrar algún moretón en el cuerpo”, señaló la joven a este matutino. “Me dijeron que por 72 horas quedaría detenida”, recordó con amargura.
Tamara contó que, privada de la libertad, escuchó cuando ingresó a la Comisaría el fiscal Daniel Del Vö, titular de la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno.
“Escuché que les advertía a los policías que no quería a un solo preso con algún golpe. ‘Ojo’, les decía”, reveló la entrevistada.
“En eso, el fiscal me vio. Yo lo conozco por mi trabajo. Me miró y me dijo que no podía creer que yo estuviera ahí, porque sabe qué clase de persona soy, como todos los que me conocen”, subrayó.
“Delante de quien estaba a cargo en ese momento de la Comisaría le conté al fiscal que el médico no me revisó. Del Vö entonces ordenó que asistiera el médico y el policía dijo que la agente había dicho que yo la rasguñé, algo que es mentira. Le dije al fiscal: míreme las manos. No tengo ni uñas”, narró Tamara.
Nunca llamaron al médico “y no hay constancias de mi supuesto estado de ebriedad ni nada”. Media hora después, “gracias a la presencia” del titular de la Fiscalía, recuperó su libertad.
“Los mismos compañeros de Daiana Giménez me decían que la denuncie. No puedo entender que se manejen así, siento un gran dolor y una gran impotencia por cómo actúan”, expresó con desazón.
Ayer al mediodía, cuando la joven fue entrevistada por este medio en su casa, todavía no había recuperado la licencia verde de su vehículo y resaltó que nadie le había dicho, oficialmente, el nombre de la efectivo que pidió su detención. Hoy, según adelantó, presentará una denuncia penal en los Tribunales, por el abuso policial que debió soportar.
“Libre gracias al fiscal”
Tamara Aguada enfatizó su agradecimiento “a la rápida actuación del fiscal Daniel Del Vö, si no fuera por él hubiese estado 72 horas presa sin haber hecho nada malo”.
La joven villamariense también señaló que fue tratada “bien” por los policías que se encontraban en la Departamental San Martín en momentos en que permaneció privada de su libertad, en la tarde del martes. No obstante, indicó que “luego de la visita del fiscal, me dieron una silla y todo cambió para mejor. Hasta entonces estaba en el suelo”.
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