Vecinos autoconvocados de la localidad de Canals se manifestaron en las últimas horas por el fallecimiento de una beba, al parecer a causa de un presunto caso de mala praxis registrado en el Hospital Municipal “San Juan de Dios”.
“Pasa que hay 40 casos, en los que el protagonista los pudo contar. Este se lo llevó la desgracia. Hace tres meses que vengo luchando por este tema. La gente viene y se queja porque las autoridades no le dan importancia”, resumió.

El hecho

“La desgracia llegó el lunes, a las 19.30. Era una criatura hermosa. Me tocó ir al hospital a las 22 cuando la chiquita había muerto a la tarde”, agregó.
Asimismo, Pereyra señaló que logró que la autopsia se realizara en Río Cuarto, cuando en primera instancia no era esa la intención “porque es gente humilde, que se cohíbe fácilmente”.
Con relación a cómo fueron los últimos días antes que se produjera el trágico desenlace, Pereyra relató que el sábado pasado la beba “se sentía mal” y los padres la trasladaron desde el campo –donde viven– hasta el hospital.
“El médico no se hizo presente, sino que por teléfono dio indicaciones de que le aplicaran una inyección. Comentaron que pudo ser un decadrón”, añadió.
Pereyra dijo que el domingo la criatura siguió con vómitos y diarrea “pero por la falta de médicos de Guardia, los padres recién fueron el lunes, cuando le volvieron a aplicar esta inyección”.
Después, los papás humildes de esta beba emprendieron el regreso a casa, aunque advirtieron que la nena empezaba a tener palpitaciones y decidieron regresar al hospital, donde -según el testimonio de Pereyra- le inyectaron otra dosis más y la chiquita se murió.
“Este padre me dijo que en Río Cuarto los resultados van a estar en unos días. Pero que supo que el bebé estaba deshidratado. ¿Entonces porqué lo mandaban a la casa?”, concluyó.