Por orden de la Justicia Federal de Villa María y ante la presunta reducción a trata-esclava de una familia, fue allanado durante la mañana de ayer el campo de James Craik donde el pasado fin de semana se registró la muerte de Sabrina Rodríguez, de tres meses de edad.
El procedimiento se extendió aproximadamente dos horas (de 10.30 a 12.30) y participaron efectivos policiales que cumplieron la orden de allanamiento al campo, arrendado por Elvio Hugo Bono, que dispusó la Justicia.
Durante el desarrollo de la constatación visual del sitio donde se produjo el fallecimiento de la pequeña, personal técnico registró imágenes fotográficas y fílmicas del mismo.

Precariedad

El fiscal Julián Falcuci, consultado por EL DIARIO acerca del procedimiento, señaló que dentro del palomar donde vivía la familia integrada por Mariano Rodríguez, su esposa Melisa y los cuatro niños (tres nenas de 7, 2 años y la pequeña fallecida y un varoncito de 5 años) “hacía (ayer) muchísimo frío”.
Asimismo el funcionario judicial calificó como “precaria” la construcción rural que le fue dada como residencia a la familia Rodríguez, por lo que quedaba expuesta “la total vulnerabilidad” de sus moradores.
Falcuci explicó que su presencia y la de los agentes policiales en el campo obedeció a la necesidad de observar “las condiciones laborales del trabajador y su familia”, situación que se planteó a partir del fallecimiento de la pequeña hija.
Sin embargo, ayer tampoco pudieron ingresar al campo los policías ni los funcionarios judiciales, toda vez que la tranquera se encontraba cerrada con candado, como ocurrió siempre que la familia Rodríguez se encontraba dentro del campo, como así también cuando concurrieron los Bomberos de James Craik la mañana en que murió la bebé.
“En el lugar no hay luz, pese a las promesas; tampoco agua en el interior, por lo que todos debían higienizarse con una canilla que está afuera”, apuntó el fiscal. Asimismo, el funcionario reparó en el mal estado del techo, que es de ladrillos, sobre el cual el propio Rodríguez apuntó que “goteaba con sólo una llovizna”.
Falcuci precisó que en el lugar “no hay baño, pese a que también se lo habían prometido (construir), por lo que hacían sus necesidades en un tacho” que luego vaciaban en el campo, mientras que “la mujer debía cubrirse detrás de unos arbustos”.
“Lo único que observamos -indicó el fiscal- es la existencia de un anafe”, alimentado por una garrafa, y dos camas sobra las cuales dormían todos los integrantes de la familia de trabajadores rurales.

Hoy declara

En tanto, la Fiscalía de los tribunales federales en Villa María citó para hoy, a las 8.30, la comparencia del denunciante Mariano Rodríguez, quien deberá prestar declaración en el marco del proceso de instrucción de la causa.
Por tal motivo, el trabajador rural tendrá que presentarse a la hora mencionada en la sede de la Fiscalía, situada en 9 de Julio 516 en Villa María.
También, pero en James Craik, se producirá el regreso de la madre de la nena fallecida junto a los otros tres niños, quienes provendrán de Cruz Alta, localidad del sur provincial hacia la que viajaron tras el deceso de Sabrina.

Testigos

Por otro lado, el cuñado del trabajador rural, Mario Ledesma, también comentó lo ocurrido ayer a la mañana en el predio rural de 60 hectáreas arrendado por Bono, situado prácticamente frente al cementerio.
Al respecto, el familiar relató que “hasta la gente de James Craik que vino al campo como testigo no podía creer que en ese lugar pudiera vivir una familia”. Al mismo tiempo, refirió que, “como fue siempre, esta mañana (por la de ayer) cuando llegó la Policía la tranquera estaba cerrada con candado, por lo que se debió pedir permiso a un vecino y entrar por otro lado”. Pudo saberse también, que cuando se iban a retirar del predio, Rodríguez solicitó permiso para buscar algunas pertenencias (en su mayoría ropas) que había dejado dentro del palomar, a lo que el empleador se opuso, en un primer momento, diciéndole: “¿Si ya está vestido, qué más se quiere llevar?”.
Asimismo, el propio Rodríguez manifestó que fue acusado por Bono de haberle sustraído herramientas y de haber hecho abandono de tareas el día que debió ir al pueblo con su hija muerta.

Ayuda

Ante la precariedad evidente, el propio fiscal Falcuci le ofreció ayuda a Rodríguez mediante la intervención de las organizaciones de amparo.
El Ministerio de Acción Social de la Nación, puesto en conocimiento del episodio, también se comprometió a colaborar con la desprotegida familia, al punto que se buscará solventar los gastos del alquiler de una vivienda en James Craik, mientras desde la Municipalidad de esa localidad se tratará de atender la imperiosa necesidad de que Rodríguez vuelva a tener trabajo y, junto a su familia, vivir dignamente.
Al respecto, EL DIARIO invita a las personas que puedan ofrecer su colaboración comunicarse al teléfono 154272691, del cuñado de Rodríguez, o bien hacer llegar su aporte a la familia de Mario Ledesma, en San Luis sin número de James Craik. De igual manera, es perentorio tener en cuenta a los tres niños (el más pequeño tiene 2 años) que integran la familia, “quienes vivían prácticamente descalzos” en el campo. Para ellos es necesario proveerles zapatillas, abrigos e incluso útiles escolares y de jardín, toda vez que la nena de 7 años concurre al colegio, mientras el varoncito de 5 hace lo propio en el nivel preescolar.
En tal sentido, quienes deseen colaborar pueden acercar su aporte a EL DIARIO, en Periodistas Argentinos 466.