El cantautor argentino Facundo Cabral fue asesinado a balazos, ayer a la madrugada, en la ciudad centroamericana y capital de Guatemala, por varios hombres que emboscaron el vehículo en el que se trasladaba.
El trovador de 74 años se dirigía hacia el aeropuerto La Aurora, junto a su representante y el empresario nicaragüense Henry Fariña (a quien supuestamente iban destinados los disparos), luego de salir del Hotel Tikal Futura, donde estaba hospedado. El 5 de julio pasado había encabezado un espectáculo en un estadio capitalino y dos días después brindaría su último concierto, en el Teatro Roma de la ciudad de Quetzaltenango.
Debido al trágico deceso, del cual todavía se están averiguando los motivos reales, el presidente guatemalteco Alvaro Colom expresó sus condolencias a todo el pueblo argentino a través de un llamado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Cabral tuvo una infancia y una adolescencia más que arduas. Un día antes de su nacimiento, su padre -a quien conocería recién a la edad de 46 años después de un recital en Mar del Plata- había abandonado el hogar familiar.
Sus primeros años, junto a su madre y sus seis hermanos, los pasó en Berisso, localidad adyacente a La Plata. Posteriormente, la madre de Cabral y sus hijos emigraron hacia Tierra del Fuego. A los 9 años, tras escaparse de su casa, Cabral consiguió entrevistarse con Juan Domingo Perón y Evita, al alcanzarlos en el auto presidencial. Su cometido era conseguir trabajo para su madre y techo para su familia. Gracias a las bondades del peronismo, se trasladaron hacia Tandil donde Facundo pudo disfrutar su juventud hasta que en 1976 debe exiliarse en México, ante el avance de la dictadura militar.
Su carrera musical había iniciado bajo el seudónimo de El Indio Gasparino (por su afición a los cantores tradicionalistas) hasta que cobró dimensión con su nombre verdadero. Llegó a grabar en nueve idiomas con cantantes de la talla de Alberto Cortez (con quien editó los recordados discos "Lo Cortez no quita lo Cabral" y "Cortesías y cabralidades"), Pedro Vargas y Neil Diamond.
Conoció a Jorge Luis Borges, Ray Bradbury, la Madre Teresa de Calcuta y fue amigo de la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.
Fue declarado Ciudadano Ilustre por la Legislatura porteña y mensajero mundial de la paz, en 1996, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Las influencias religiosas que recibiera de obras jesuíticas, del Sermón de la Montaña y de figuras como Gandhi, no sólo se reflejaron en sus canciones sino en su producción bibliográfica que alcanza a más de 30 libros.

El recuerdo de una visita a la Villa

El contador Alberto Costa, ex director de Extensión de la UNVM, recordó para EL DIARIO cuando la casa de altos estudios había convocado al cantautor a nuestra ciudad.
"En el año 2000 lo contactamos en oportunidad de realizar un ciclo con otras instituciones y con gente de distintos ámbitos de la cultura, la política e intelectuales en el Verdi. Vino con su representante y una guitarra como todo bagaje. Estuvimos compartiendo la tarde previa al espectáculo y visitó el incipiente Campus. Charló con estudiantes y profesores de manera informal. Era un tipo sencillo que escuchaba y preguntaba sobre la ciudad y la universidad y contaba cosas de su vida. Me dio la sensación de una persona frágil de salud. Como anécdota recuerdo que lo habíamos alojado en un hotel desde donde se comunicó con nosotros para comentarnos que la cama y la calefacción no eran de lo más adecuada para su físico así que lo trasladamos a otro hotel. En relación al espectáculo, era bien abierto, sin cargo y con reserva previa de entradas. La demanda había sobrepasado la capacidad del Verdi. La gente lo aplaudió y salió más que satisfecha del encuentro. Me dio toda la impresión de que era un tipo igual, arriba y abajo del escenario, la misma persona en su manera de vestir, hablar y comportarse".
Sus últimas actuaciones en nuestra ciudad se registran entre mediados de los ochenta en el Anfiteatro y una fecha organizada para agosto de 2003 en el propio Teatro Verdi.

Frases por Cabral

El autor de "No soy de aquí" fue recordado por artistas locales: Enrique “Cacho” Aiello recordó que años atrás estuvo cerca de ir en gira como músico de Piero junto a Cabral. “Era un tipo tal cual, un trovador que llevaba su mensaje a todos lados. La verdad que afectó mucho la noticia”. Pablo Cordero posteó en Facebook el vídeo "Vuele bajo" de Cabral con Alberto Cortez y comentó: “Casi que no sabía hablar pero yo ya cantaba ‘vuele bajo porque abajo está la verdad. Eso es algo que los hombres no aprenden jamás’. Recuerdo imborrable e importantísimo de mi infancia ésta hermosa canción”. Fabricio Rodríguez escribió en Twitter: “Admiraba profundamente a Facundo por lo tanto hoy es un día muy triste”.