Las mujeres que toman antidepresivos o inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina durante el primer trimestre de su embarazo duplican el riesgo de engendrar un niño o niña con autismo, según un estudio realizado en Estados Unidos entre 1.805 menores, de los cuales 298 tienen autismo y el resto es un grupo saludable o grupo de comparación y control.
El estudio, financiado por el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos, fue elaborado por la organización Kaiser Permanente, que es un proveedor de servicios de salud para trabajadores, sin fines de lucro. Los resultados fueron publicados en Estados Unidos, en la revista Archivos de Psiquiatría General (Archives of General Psichiatry).
Durante la investigación se identificó que el 6,7% de las madres de los niños con autismo tomó algún tipo de medicamento psiquiátrico durante el embarazo y sólo el 3 % de las madres de niños saludables había tomado algún antidepresivo.
El autismo es un conjunto de trastornos que impide a los menores recibir y procesar adecuadamente estímulos del exterior. Afecta a la socialización, la comunicación, imaginación, planificación, reciprocidad emocional y conductas repetitivas o inusuales.
El vínculo más claro entre el consumo de antidepresivos y alumbramiento de hijos con autismo se observó entre mujeres que habían tomado este tipo de medicamentos durante el primer semestre del embarazo, según informó Lisa Croen, directora del Programa de Investigación de Autismo, de la organización Kaiser Permanente y principal autora del estudio publicado en Archives of General Psichiatry.
“Nuestro estudio señala este riesgo de autismo en niños que fueron expuestos, in utero a antidepresivos. El porcentaje es bajo, pero debe ser considerado cuando un médico evalúe la conveniencia o no de dejar a una madre sin tratamiento ante signos de desorden mental”, indica Croen, quien explicó que para tener una cifra más contundente sobre el impacto del uso de antidepresivos en los recién nacidos sería necesario tener estudios mucho más amplios.
Después de hacer un análisis de los expedientes médicos de las madres, desde un año antes del nacimiento de sus hijos, así como de los niños, los médicos concluyeron que entre las madres de niños con autismo se duplicaba el porcentaje de aquellas que habían sido recetadas con antidepresivos. El dato es importante pero se suma al conocimiento actual que indica que una predisposición genética puede ser el principal detonante del autismo.
La frecuencia con la que se detectan casos de autismo es de, aproximadamente, 60 casos por cada 10 mil nacimientos, pero en Estados Unidos se ha medido un leve incremento en estas cifras y esto ha llamado la atención al Centro para la Prevención y Control de Enfermedades, por lo que ha encargado estudios a diferentes instituciones.
Una de las recomendaciones de los investigadores de la organización Kaiser Permanente es realizar estudios más profundos con expedientes más detallados que expliquen si las madres reciben medicamentos psiquiátricos por problemas de depresión o de ansiedad y si esta prescripción pudo haberse evitado, dependiendo de la gravedad de los síntomas.