La imagen de mangueras cruzadas en los surtidores de algunas estaciones de servicio fue parte del paisaje del fin de semana en la Villa.
Es que el sábado, en horas del mediodía, el faltante de las diversas naftas y gasoil se hizo sentir y numerosos conductores tuvieron que resignar la posibilidad de hacer un viajecito por temor a enfrentar un tanque vacío.
“No tenemos nada, el sábado al mediodía nos quedamos sin combustible”, afirmó ayer a EL DIARIO Rául, de la estación Ramonda ubicada en Rivadavia y San Luis.
Respuesta calcada escuchamos de boca de trabajadores de Pizzorno y López, emplazada en Santa Fe y General Paz.
En los dos casos la expectativa estaba puesta en la llegada de un camión que estaba pedido desde hace días.
“Podría estar llegando esta noche (por anoche) o mañana (por hoy)”.
El camión del “martes” es un anhelo para los expendedores que están observando cómo el producto se vende en forma más acelerada que la reposición.
Mientras unos padecen la falta, otros pilotean la existencia.
Largas colas de automóviles y motos se formaron en las bocas de expendio que están abastecidas.
“Todavía tenemos combustible y estamos esperando que nos llegue un camión”, explicó una fuente de Martoglio, la estación que funciona en Alem y Santa Fe.
En tanto, en la playa de Caón, prolongación Alvear, la respuesta a la consulta de la periodista de nuestro matutino fue “estamos complicados”.
Es que la demanda supera notablemente la oferta. En dicho negocio han adoptado la política de “regular la venta” para poder distribuir el producto entre la mayor cantidad de usuarios.
La situación se le escapa de las manos a los expendedores que ven una demanda multiplicada para la capacidad operativa que poseen.
En el Automóvil Club Argentino, Sarmiento y Alvear, estaban tranquilos en la jornada de ayer y abasteciendo el pedido de todos los que se acercaban a los surtidores.
¿Cuáles son las causas de la escasez de combustible?
La mayoría de las opiniones apuntan al conflicto del sur, que aún no estaría solucionado, al control de precios y a la mayor cantidad de vehículos que entraron al mercado (ver página 4), mientras la infraestructura para abastecerlos sigue siendo la misma o menor.
Precisamente, uno de los factores que dificultan el abastecimiento de combustibles es que YPF no logró recuperar plenamente su actividad en los yacimientos que tiene en Santa Cruz, que se vio afectada durante dos meses por reclamos gremiales.
Esos conflictos obligaron a la petrolera a reducir en un 20% la extracción de crudo y en consecuencia el abastecimiento a las refinerías. YPF produce el 56% de los combustibles del país.
Otro de los temas que analizan los que están desde hace años en este negocio es el uso que se le está dando al combustible líquido ante la falta de gas.
“El frío hace que se use combustible líquido para atender a sectores que el gas no llega a satisfacer”, explicó una de las personas consultadas.
Los expendedores están a la espera de una solución que les permita normalizar la comercialización, sin embargo no descartan que la problemática pueda agravarse más aún.