Tenía 25 años cuando comenzó a trabajar en la EPEC. Corría el año 1983 y Daniel Gaido (53) logró acceder a la planta de personal. Sentado en su despacho de la sede de calle Buenos Aires y 25 de Mayo, ayer a la mañana, acepta gustoso el diálogo con EL DIARIO. Gaido es el jefe del sector Comercial de la entidad, pero pasó por otras áreas previo a su llegada al cargo actual. Cuenta que primero estuvo en Redes y más tarde arribó a la "faz administrativa: atención al público, oficina Técnica, oficina de Personal y luego ya como jefe". Desde 1998 está al frente de esta sección y dice que le encuentra muchas facetas positivas a su labor. "Realmente me gusta. Me agrada el trato diario con la gente. Nosotros tenemos que poner, por así decirlo, la cara en nombre de la empresa. Por ahí, no lo voy a negar, se reniega un poco pero es maravilloso", subraya. "Me gusta ser un representante de la empresa ante los usuarios y es reconfortante cuando te dicen que atendemos bien", confiesa el trabajador. Casado con Nancy, docente de vasta trayectoria, y padre de dos hijos, Santiago y Matías (el primero es jugador de la primera división del rugby del Jockey Club de Villa María), Gaido destaca que siente afinidad por la parte contable. Luego indica que "uno pasa más tiempo con los compañeros de trabajo que con la propia familia, por las tareas de cada uno", ilustrando así la camaradería y la confianza entre sus pares. Cómo ser jefe de compañeros de siempre Ante una pregunta de este cronista, dice que no ve rasgos negativos en su función de jefe. "El personal a cargo es gente que ha sido compañera de uno desde hace años. Nos conocemos mucho, sabemos cómo somos, los caracteres de cada uno, las personalidades y se hace fácil el trabajo", explica. Consultado sobre cómo encuentra a la EPEC en los tiempos presentes, analiza que "al ser una empresa de manejos políticos, varía de acuerdo a los vaivenes políticos de esta provincia". "Dicen que está deficitaria, porque las tarifas no son adecuadas al costo de la energía, siendo bajas en relación a otros servicios", apunta. "Hace falta que se realicen obras, pero para eso se requiere de una tarifa más alta. Ocurre que la población no tiene a veces los ingresos suficientes para soportar una tarifa más alta y aparecen los problemas. Hay hogares con ingresos muy bajos y se piensa en eso también", comenta. A diferencia de varios de sus compañeros, Daniel no tiene a integrantes de su familia trabajando en la misma compañía. Sus herederos han comenzado a recorrer caminos distintos. Santiago es empleado de una firma láctea, en tanto que Matías se recibió de Técnico en Alimentación y va por el título de Ingeniero. A la hora de brindar un saludo a sus pares ante la conmemoración del Día del Trabajador (ver los motivos en página 12), Gaido felicita a sus compañeros "ante un nuevo día y deseo que las cosas sigan iguales o mejores que en la actualidad".
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