El caso de la beba que falleció por las condiciones infrahumanas en las que vivía ella y su familia, en un campo de la zona rural de James Craik, fue motivo de consulta a Néstor Roulet, ayer, en el marco de una visita que realizó en Villa María en el contexto de su campaña como candidato a vicegobernador por la Unión Cívica Radical (ver página 3).
Como se conoce, una pequeña de tres meses perdió su vida la semana pasada en un campo en el que su padre realizaba tareas. No había luz, gas ni baños. El frío, según el propio fiscal Julián Falcucci, “era terrible”.
El campo era arrendado por Hugo Bono y ahora el caso es investigado por la Justicia Federal por un presunto hecho de trata de personas con fines de explotación laboral. Esta semana, Beatriz de Pairola (secretaria de Falcucci, a cargo de la investigación por vacaciones del fiscal) ordenó nuevas medidas en torno al hecho.
Desde la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) indicaron días atrás a un matutino que muchas veces los propietarios de los campos no dejan inspeccionar sus instalaciones. Las declaraciones se dieron en el marco de la controversia que se generó por las características del estilo de vida que llevaba la familia de la beba Sabrina.
Roulet, ante esto, consideró que “sería terrible que no los dejen realizar inspecciones” y luego contó que “encerré a inspectores de la AFIP porque entraron sin permiso”.
Resaltó que “una cosa es ser del campo y otra es tener campo” y expresó que “le puedo asegurar que cuando nace la nieta de un empleado mío es como si fuera mi nieta”.
“En mi campo la gente tiene luz, agua, condiciones dignas”, afirmó el ingeniero ante la prensa.
“Le digo a los productores que se planteen lo mismo”, contó el compañero de fórmula de Oscar Aguad.
Roulet aseveró que “no son gente del campo gran parte de quienes tienen a personas en condiciones infrahumanas”.