Humilde, pasando desapercibido con un bolso cruzado y hablando tranquilo, buscando la mejor palabra para definir su película. Así arribó a la entrevista, realizada en Córdoba, Rodrigo Guerrero a fin de promocionar "El invierno de los raros", la que empezó a idear en 2005 y comenzó a filmar tres años más tarde, cuando se recibiera en la carrera de Licenciatura en Cine y Televisión.
Rodrigo es el mismo que actúa en teatro para conocer mejor a sus dirigidos y aprender de ello y el que está a favor de la Ley de Medios ya que eso permite que muchos recibidos no se vayan a Buenos Aires y se queden en Córdoba. Así empieza la entrevista:
¿Por qué el nombre de la película y en qué se basa?
- El nombre es porque sucede en invierno, durante tres días, en una localidad chica donde seis personajes se interrelacionan. Lo más importante es la palabra "raro" que es el estadío de estas personas y lo que los emparenta y tiene que ver con la sensación difícil de explicar que no pueden resolver cosas cotidianas. Es como cuando te dicen “estás raro”, sin poder definirlo.
La trama es de una película más de clima, de situaciones más que de una narrativa de primer plano. Le requiere al espectador entrar y disfrutar del tiempo en que pasa. De esa sensación incierta.
¿Por qué Oliva y Oncativo para filmar?
- Porque necesitábamos localidades que dieran la imagen de intrascendente en el sentido de no ser un lugar muy pintoresco, muy lujoso. Y decidimos Oliva porque está como detenido en el tiempo, parece monótono, en su arquitectura, colores. Además por cuestiones de producción no nos podíamos ir lejos. Y en un lugar sin montañas, con una imagen de horizonte para entender la inmensidad del mundo y lo pequeños que podemos ser. Y que no hace falta que te pasen grandes cosas para que tengas conflictos.
¿Cuál es el motivo para elegir a Luis Machín como protagonista?
- Lo que me llamó de él, es que tiene una fisonomía, un aspecto físico muy particular. Más allá de lo buen actor que es. Es una persona que apenas lo mirás parece raro, con cierto misterio en su rostro. Tanto él como Lautaro Delgado, el otro protagonista masculino, tienen eso.
Continúa comentando cómo fue el proceso para mostrar las películas: “El tema de la exhibición es complicado. Le acercamos la propuesta al Grupo Dinosaurio porque es jodido encontrar lugar en las salas, por eso los buscamos y los quisimos hacer parte. Así nos juntamos los tres directores de esta trilogía cordobesa ("De caravana" e "Hipólito" son las otras) para hacer un sello cinematográfico y que sea una plataforma de salida para otros proyectos. Para dar a conocer el cine que se hace en Córdoba, y tener los resultados de estas tres películas que a pesar de ser muy humildes tuvimos muchos resultados positivos".
¿De dónde sale el guión de esta película?
- De imágenes que tuve de los personajes en algunas situaciones. De ahí comencé a escribir escenas, son cosas personales que no podemos resolver. La película es una invitación a esa cosa personal. Un poco de intuición y de libertad tuve. En realidad me gusta trabajar con libertad, no me estructuro en una sola forma de realizar una idea. Pero eso es una decisión personal.
¿Con qué director te gustaría trabajar y a qué actores o actrices te gustaría dirigir?
De Argentina, por el momento, Lucrecia Martel, o "El abrazo partido", de Daniel Burman, tiene cosas interesantes. A nivel mundial me gustaría Lars Von Traer. Y me encantaría dirigir -aunque sea imposible- en una misma película a Cameron Diaz, Penélope Cruz y Juliette Binoche.
¿Qué objetivos buscás con la película?
- Queríamos hacer una película que mostrara el devenir de emociones de seis personas en tres días. Una película que te permita o suscite el conectarte con el discurrir del tiempo presente sin urgencia de exigir algo que te dé respuestas, sino abriendo preguntas que como espectador puedas responder. Las historias por eso son abiertas con personajes inconclusos y está medianamente lograda, por más que ahora cambiaría algunas cosas, aunque eso siempre va a pasar.
Función: mañana a las 21.30 en el INCAA (medioteca, Sabattini 40). Entrada general $5, jubilados $2,50.
Juan José Coronell
Especial