La escritora Nélida Cañas, guarda con sensibilidad un relato que le hizo en un encuentro cultural nuestra compañera fallecida Vilma Perrachione.
Así lo escribió y lo comparte Cañas:
“Cuando era niña, cuenta Vilma Perrachione, salimos con mi abuelo en bicicleta a pasear por las calles del pueblo. Había llovido y en el horizonte se desplegaba el arco iris. Era tan inusitadamente bello que mi espíritu se sintió henchido, como si alguien con un compás mágico le hubiera trazado un círculo lleno de luz y color. Entonces le pregunté a mi abuelo:
-Abuelo, podemos llegar al arco iris?
-Sí, me contestó, pero si llegamos ya no lo podremos ver...
-Ah, entonces no vamos nada- le dije. Y me quedé ahí, al lado de mi abuelo, mirándolo y guardándolo para siempre en ese cofrecito que todos lo niños tienen en el corazón.”
Otras notas de la seccion Locales
Olaviaga y Bedano en el racimo de opciones
Los comicios marcados por la presencia de Zannini y Cavagnero en las boletas
"Ya no es factible sostener la imagen de familia dominante"
Entusiasmo y aprendizaje: lo que dejó la Feria de Ciencias
"Cada vez más niños se involucran en la ciencia"
|