El sábado pasado, se publicó en estas páginas una entrevista al director Rodrigo Guerrero, quien habló sobre el filme “El invierno de los raros”, que se exhibiera el fin de semana en el Espacio INCAA. En la ocasión, comentó por qué se decidió rodar en locaciones de Oliva y Oncativo. Ayer, el propio envió a nuestra Redacción un comunicado de aclaración sobre su fundamentación. “Escribo porque recibí un mensaje (ver página 12) que critica algo que dije en la nota en relación al por qué elegimos Oliva. Me parece que la repuesta quedó muy sintética y no da cuenta de mi verdadero interés por elegir una ciudad chica. Básicamente en la nota queda que lo elegimos por intrascendente, monótono y aburrido; pero el sentido final de esa elección es demostrar lo contrario. Justamente que en esos lugares un tanto olvidados -por los habitantes de las grandes ciudades- habitan personas con las mismas extenuaciones que cualquier ser humano, con sus conflictos y dificultades para sobrellevar el día a día”.
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