|
|
|
|
|
|
|
“La Neurociencia y la Psicología Social, la Psiquiatría y la Sociología, todo es un mismo entramado”, comenta Felices |
|
|
|
|
|
Si abrimos cualquier diccionario en la web, encontraremos que las neurociencias son un cruce de disciplinas que estudian la estructura y función química del cerebro. Y sobre todo el modo en que los diferentes elementos del sistema nervioso interaccionan y dan origen a la conducta. También se puede leer que el pionero de esta ciencia fue el neuropsicólogo y médico ruso Alexander Romanóvich Lúria (1902-1977) quien, con sus investigaciones sobre casos de heridas cerebrales durante la Segunda Guerra Mundial, formularía la primera teoría neuropsicológica.
Sin embargo y como para dar comienzo a esta nota hablando de definiciones complejas, la doctora Felices abre un libro y me lee el siguiente párrafo: “La imposibilidad de disociar el cerebro y el espíritu, la interdependencia de lo cultural y lo psicológico, de lo cerebral y lo biológico y la necesidad de optar por un discurso y un diálogo convergente de conexión, de comunicación y de empatía”. Y acto seguido lo cierra.
“Yo creo que esta frase resume muy bien la esencia de la Neurociencia, aunque no esté hablando directamente de ella”. De hecho, el volumen concentra los “Diálogos sobre la naturaleza humana” entre el neurólogo y psiquiatra francés Boris Cyrulnik y su compatriota, el psiquiatra y sociólogo Edgar Morin.
“La Neurociencia y la Psicología Social, la Psiquiatría y la Socilogía, todo es un mismo entramado –continúa Graciela-. Y cuando uno tiene una mirada de la complejidad, como dice Morin, te das cuenta que no podés separar el fenómeno social del biológico ni la naturaleza de la Psicología”.
En la Villa, La Docta y Río Cuarto
Licenciada en psicopedagogía, Graciela Felices fue una de las pioneras de las neurociencias cordobesas desde 1974 junto a profesionales de la talla del doctor Juan Azcoaga (formado en Rusia con el mismo Lúria) Raquel Cravchik y la licenciada María Elena Isaía de Río Cuarto, quien promovió la creación de esta red nacional junto a la doctora en Fonoaudiología Adriana Zigar.
Al preguntarle por la actualidad de esta interdisciplina, Graciela señala que “hoy la Neurociencia ha sido revalorizada. Es una disciplina en la cual se investiga muchísimo en todas partes del mundo. Y así como última década fue la década del cerebro propuesta por la UNESCO, actualmente estamos en la década de la conducta, casi como una continuación. En la década del cerebro se hicieron avances muy importantes gracias a los cuales nació esta red”.
Creada en 1994 en la Universidad Nacional de Río Cuarto, la Red Nacional de Cátedras de Neurociencias nuclea docentes, profesionales, investigadores y alumnos interesados en esta nueva interdisciplina. Hoy existen 16 universidades nacionales, dos privadas y un instituto terciario que pertenecen a dicha organización. La última casa de altos estudios en incorporarse fue la UNVM, que este año será la sede nacional de estas jornadas.
Creatividad
Este año se propuso como tema “Neurociencia y creatividad” ¿por qué?
-Por la importancia de la expresión estética, que moviliza y contiene las instancias más profundas de las emociones humanas. Y también porque puede interactuar con la racionalidad, conformando la integridad del ser humano. La idea era entender que no solamente las herramientas racionales o tecnológicas pueden prevenir, educar y rehabilitar, sino que esto también se puede lograr mediante la expresión artística. Y de hecho, obtenemos muchos mejores resultados desde el arte que desde otros lugares.
¿Qué puntos de la educación artística se van a abordar en las jornadas?
-Básicamente los aportes de la expresión a la salud en general y a la salud mental en particular, pero neurocientíficamente fundamentados en el ámbito de la educación, prevención y rehabilitación. Es decir que estas jornadas abarcarán aspectos sociales, educativos y sanitarios. Por eso disertarán psicoterapéutas y especialistas en inteligencias múltiples pero también gente del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) y hasta un mago que propone su arte como terapia. La idea es tratar de abrir las cabezas y trabajar en esto donde la diversidad y la unidad son un par dialéctico.
¿Hay una relación indisoluble entre arte y locura?
-Totalmente. Vicente Zito Lema, una autoridad nacional en Psicología Social, hablaba de la importancia de la expresión y de cómo arte y locura están ligados en una relación profunda. Esto se expresa magníficamente en esa cosa tan compleja que llamamos “la genialidad”, pero también en la reparación y recuperación de personas con alguna discapacidad, deterioros o alteraciones neurológicas y psiquiátricas.
Para quienes deseen informarse o inscribirse en el curso contactarse a:
jornadasneuroredx@gmail.com (0353) 453-9103/104).
Iván Wielikosielek para la UNVM
www.humanasvm.com.ar
Otras notas de la seccion Culturales
Analía Rosso mostrará sus cuadros en el Favio
Inscriben en escuela de modelos
Un humor sin red
"Hago bailar cuarteto a americanos y extranjeros en mis clases de Nueva York"
El PEUAM obtuvo un premio en Ausonia
|