Pensar en la fotografía de Villa María en la segunda mitad del siglo pasado, es pensar en Foto Fredy, o en don Fredy, como lo llamaba la gente.
Alfredo Villafañe fue un fotógrafo autodidacta que por allá en 1950 iniciaba la actividad de retratar vidas por estos pagos con su Linohf, su Hasselblad o su tan querida Leica de 35 milímetros con lente alemana, ideal para la realización justamente de retratos y de fotografía social.
Así, este gran hombre que había aprendido inicialmente con fotógrafos de la talla de De Falco, fue llevando junto a otros colegas a los hogares de la Villa los recuerdos en blanco y negro de acontecimientos sociales. Luego, esas verdaderas piezas de arte en la fotografía tomaron color, y ellos ya habían adquirido conocimientos que les permitían trabajar a la altura de los fotógrafos de París o Nueva York. Esto último es una realidad que aún se pueden ver en casas de las familias históricas de la ciudad. ¿Quién no tiene en su casa una foto realizada en Estudio Fredy?
Pionero
Este auténtico profesional fue también fue uno de los pioneros en hacer fotografía aérea en Villa María y mostrar nuestro pago desde el aire.
Don Alfredo Héctor Francisco Villafañe tenía 83 años y era padre de cuatro hijos: Alfredo, Gustavo, Patricia y Diego (fotógrafo de profesión).
Ayer dejó de estar entre nosotros, pero se queda a través de su trabajo y los recuerdos. Sus retratos perdurarán como su memoria entre los que conocimos a esta persona tan afable.
En la actualidad su hijo Gustavo, hombre de buena madera, sigue la actividad iniciada por su padre, manteniendo el prestigio adquirido durante tantos años.
Roberto Zayas
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