El intendente Eduardo Accastello abandonaba la asamblea en la que se constituyó el Sindicato de los Fraternales (ver página 5) y ya había hablado de un par de temas con los periodistas. A diferencia de otras veces, esta vez el jefe comunal había sido escueto en sus pronunciamientos.
EL DIARIO quiso conocer en qué estado está la investigación judicial por la amenaza de muerte que recibió a comienzos de junio pasado. Entonces, el mandatario local se despachó con una fuerte declaración: “La llamada provino de una cabina telefónica del bulevar Vélez Sarsfield, donde vive un dirigente que ayer (por el jueves) nos atacó”, lanzó.
“Es algo que seguramente la Justicia tendrá que resolver”, añadió el titular del Poder Ejecutivo local.
Así, Accastello sugirió que conoce quién puede haber sido el autor de la amenaza que sufrió en junio pasado, en pleno conflicto agropecuario nacional. Y centró la atención en la jornada del jueves (“...ayer nos atacó”), en la que visitó la ciudad el polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y en la que el intendente sufrió un escrache por parte de algunos productores.

Una voz cobarde en el teléfono

Hace casi cinco meses, el teléfono sonó en la casa en la que reside el primer mandatario villamariense, su esposa, la ex intendenta y actual diputada nacional, Nora Bedano, y sus hijos, en bulevar Sarmiento, a media cuadra del ex Colegio Nacional.
Cuando atendió uno de los hijos del matrimonio, una voz cobarde atemorizó al chico y a toda la familia: le dijeron que le informara a su padre que se cuidara, y hubo amenaza de muerte.
En el caso intervino el fiscal de Instrucción del Primer Turno, Félix Martínez, quien ordenó custodia policial para el gobernante, por lo que la residencia contó con la protección de un móvil del Comando de Acción Preventiva en su puerta, por algunas horas.
Accastello eludió hablar del tema, que lo sensibilizó sobremanera, y dejó que el presidente del bloque de los concejales del oficialismo, el abogado Carlos de Falco, oficiara de portavoz. Así, el edil -quien representa legalmente al intendente en esta causa- admitió que la llamada causó gran preocupación en la familia, sobre todo por el momento conflictivo que atravesaba el país, dividido por la polémica resolución de la presidenta Cristina de Kirchner sobre las retenciones móviles. Accastello no era un intendente más, ya que había tomado una clara y categórica posición a favor del Gobierno nacional.
Ayer, con su declaración, dejó traslucir que sabe, o intuye, quién atemorizó a su familia.

"Las ventas en los comercios no cayeron"

Por otra parte, para el jefe comunal las ventas en los comercios del centro local no cayeron en las últimas semanas.
Consultado por la prensa ayer a la mañana, Eduardo Accastello expresó: "No creo que las ventas hayan caído, es más, todo lo contrario".
En el recorrido que realizó EL DIARIO en vísperas del Día de la Madre y el martes, cuando se pidió opiniones sobre el adelanto de hora que rige desde hace una semana, la mayoría de los comerciantes admitieron que se viven días flojos y que el flujo comercial ha caído.
Los entrevistados coincidieron en que el nivel de ventas del Día de la Madre fue similar -y por lo tanto, muy positivo- al del año pasado, pero concordaron en que el movimiento descendió de manera importante en las últimas semanas. Entre las dos consultas realizadas por este matutino, se conversó con más de una quincena de comerciantes.
“He hablado el fin de semana con comerciantes y con la asociación que los nuclea y me han dicho lo contrario. El fin de semana estuve con cuatro o cinco, y el sábado anduve por el centro y estaban contentos. El lunes hablé con el presidente de Acovim por teléfono y me dijo que no habían existido caídas”, expresó el mandatario.
Por otra parte, no quiso opinar sobre la propuesta del gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, de bajar la edad de imputabilidad.