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Mientras con una pala mecánica tratan de sofocar el foco ígneo en el basural, sobre estas líneas una camioneta circula sobre una ruta con visión prácticamente nula por el polvo en suspensión |
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Durante seis horas, por lo menos, debieron trabajar en forma conjunta ayer tarde los bomberos de Villa María, Villa Nueva y Ballesteros, para controlar el incendio que se inició en el basural y se extendió a los campos lindantes a raíz del fuerte viento y la prolongada sequía.
@ A brazo partido
El accionar de los bomberos se puso en marcha a las 13, en coincidencia con la rotación del viento (de norte a sur) cuando las primeras autobombas partieron del cuartel situado en la cuarta cuadra de calle General Paz rumbo a la zona del basural, situado junto a la ruta provincial 2, en el tramo comprendido entre esta ciudad y Ana Zumarán.
Allí se concentraron, con el correr de los minutos, cinco unidades y 25 efectivos del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Villa María, a los que posteriormente se agregaron en apoyo otros 10 servidores procedentes de los cuarteles de Villa Nueva y Ballesteros.
Al lugar también convergieron otros colaboradores, quienes realizaron operaciones de movimiento de tierra con una topadora y pala mecánica para sofocar el foco ígneo, como así también colonos residentes en los campos a fin de abrir, mediante la utilización de rastras, “cortes” que imposibilitaran la propagación de las llamas.
@ Alerta amarillo
La gravedad de la situación (el avance del fuego podría haber amenazado seriamente algunas viviendas rurales y otras construcciones) estuvo determinada cuando las autoridades declararon el alerta amarillo, rango mediante el cual se pusieron en advertencia y a disposición a los bomberos de otras localidades de la región.
La medida de carácter preventivo, se informó, puso a disposición de Villa María, epicentro del siniestro, a los bomberos Arroyo Cabral, Cintra y Morrison.
Se explicó que, con el alerta amarillo, se logra, entre otros objetivos, que los cuarteles existentes en localidades y ciudades vecinas estén prestos a entrar en acción ante los requerimientos de agua, hombres, como así también la asistencia en otros ocasionales siniestros que pudieran ocurrir mientras se combate el fuego.
@ Tarea cumplida
Las llamas, en tanto, consumieron rastrojos de maíz y soja en los campos aledaños al basural, pero lograron ser contenidas con mucho esfuerzo e inteligente accionar por los bomberos.
Recién a las 19, tras seis horas de intensa labor y en alguna medida con el favor de una escasa precipitación que se registró al promediar la tarde (en ciertos lugares se registró caída de granizo), retornó la normalidad en la zona y las distintas dotaciones empezaron a regresar.
@ Ráfagas de hasta 63 kilómetros por hora
La rotación y la velocidad del viento fue determinante para la propagación del incendio que se registró en la zona rural cercana a Villa María. Los registros en la Universidad Tecnológica Nacional permitieron observar que algunas ráfagas alcanzaron los 63 kilómetros por hora en esta ciudad, marca probablemente superior en el área rural.
El fuerte viento, provocado por el choque de una masa de aire cálido, procedente del noreste, y otra masa de aire frío que ingresó desde el cuadrante suroeste, fue el motor que expandió la quemazón favorecida, además, por la sequía reinante.
@ En la provincia: muchos daños
El viento, además de algunas precipitaciones sólidas, provocaron ayer tarde muchos daños en la ciudad de Córdoba y otros puntos de la provincia.
La caída de árboles, serias dificultades en la provisión de energía eléctrica, voladuras de algunos techos y cartelería, pusieron la nota distintiva durante la tarde de la víspera cuando el flujo eólico viró del noreste al suroeste en pocos minutos.
Otros de los lugares afectados por el fenómeno meteorológico fueron algunas localidades del Valle de Calamuchita, sobre todo en Santa Rosa de Calamuchita, en algunos barrios de Río Tercero, en las localidades de Corralito, Monte Ralo, Malagueño y Anisacate.
En tanto, desde el pasado fin de semana, los bomberos voluntarios, policías y personal del Plan Provincial de Lucha contra el Fuego, debieron trabajar intensamente para combatir los incendios forestales que se desataron en el área de los valles de Calamuchita y Paravachasca.
Puntos como Inti Yaco, San Clemente, Villa Berna, La Reserva del Parque General San Martín en la periferia de la capital provincial y La Loma (cerca de Despeñaderos), fueron afectados por las llamas.
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