EEs muy favorable en el momento expulsivo (momento en el que el bebé pasa por el canal de parto y nace) tener un periné fuerte y flexible. Los ejercicios de Kegel te ayudarán a acondicionarlos.
Para poder reconocer cuáles son los músculos del piso de la pelvis (periné) que trabajarás con los ejercicios de Kegel puedes intentar retener la micción a intervalos. Siéntate confortablemente con las piernas separadas y deja salir la orina, intenta retener y vuelve a dejar fluir, si puedes lograrlo probablemente tu periné se encuentre fuerte. Sólo se recomienda realizar esta prueba de reconocimiento una vez ya que podrías provocar reflujo e infecciones urinarias.
Durante el embarazo y luego del nacimiento realizar estos ejercicios te ayudará a:
- Eliminar o evitar la incontinencia urinaria, agravada por el peso del útero sobre la vejiga.
- Facilitar el momento expulsivo en un parto vaginal evitando desgarros y la práctica de la episiotomía.
- Reducir la aparición de hemorroides.
- Evitar el prolapso del útero, vejiga y otros órganos de la zona.
- Incrementar el placer sexual.
s Los ejercicios
de Kegel
1. El lento: aprieta los músculos como hiciste cuando intentaste detener la orina, tirándolos hacia arriba. Contráelos y mantenlos así mientras cuentas hasta cinco respirando suavemente. Luego, relájalos durante cinco segundos más y repite la serie 10 veces. Intenta aumentar progresivamente el tiempo de contracción y relajación. Empieza por cinco segundos en cada caso hasta llegar a los 20. Cuanto más tiempo consigas aguantar la contracción de los músculos, más fuertes se harán.
2. El rápido: aprieta y relaja los músculos tan rápidamente como puedas hasta que te canses o transcurran unos dos o tres minutos (lo que suceda primero). Empieza con 10 repeticiones cuatro veces al día hasta alcanzar las 50 repeticiones diarias.
3. El ascensor: este ejercicio requiere cierta concentración, pero sus resultados son muy buenos. Tu vagina es un tubo muscular con secciones en forma de anillo dispuestas una sobre otra. Imagínate que cada sección es una planta diferente de un edificio y que subes y bajas un ascensor tensionando cada sección. Empieza subiendo el ascensor suavemente hasta la primera planta, aguántalo durante un segundo y sube hasta la segunda planta. Sigue subiendo tantas plantas como puedas (normalmente no más de cinco). Para bajar, aguanta también un segundo en cada planta. Cuando llegues abajo, intenta ir al sótano, empujando los músculos pélvicos hacia abajo durante unos segundos (tal y como si estuvieras de parto). Finalmente, intenta relajar por completo la musculatura durante unos segundos. Sobre todo, no te olvides de respirar pausadamente y de no realizar el ejercicio con ayuda de los músculos abdominales.
4. La onda: algunos músculos del suelo pélvico están dispuestos en forma de un ocho, pero con tres anillos. Un anillo se sitúa alrededor de la uretra, otro alrededor de la vagina y el último alrededor del ano. Contrae éstos músculos de delante a atrás y relájalos de atrás a delante.
Haz estos ejercicios tantas veces como puedas al día. El objetivo es conseguir realizarlos sin que se noten. Al principio pueden parecerte incómodos y raros, pero pronto verás que podrás llevarlos a cabo y que los beneficios serán insuperables.
Si la práctica de los ejercicios te provoca contracciones tienes que dejar de realizarlos y consultar con tu médico para retomar con tu rutina.
Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar
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