Desde que iban a convertir la basura en piedras para el asfalto hasta que se convertiría en una fuente de energía, los villamarienses escuchamos los discursos de empresarios que vinieron con promesas a la ciudad para tratar los residuos sólidos urbanos. Ninguno cumplió.
El lunes pasado, cuando un incendio convocó a un periodista y un fotógrafo de EL DIARIO al predio del basural, pudimos corroborar que Innviron, en Unión Transitoria de Empresas (UTE) con Medio Ambiente SA (la que tenía la concesión de la recolección y no cumplió), sigue acumulando montañas de basura fuera del vertedero controlado.
Actualmente tienen a su cargo el tratamiento final de los residuos. La obligación de mínima era depositarlos en un vertedero controlado, donde hay instalaciones que permiten que los líquidos lixiviados circulen hacia una laguna para que no contaminen las napas y los gases que origina la combustión que generó los incendios, sean liberados adecuadamente.
Esto no se hace, porque a metros del vertedero, siguen acumulando residuos sin tratar y sin la protección en el suelo para evitar que los líquidos contaminen las napas.
Así como en su oportunidad Corbam, que fue contratada por la Municipalidad para la disposición final de los residuos, nunca pudo poner la máquina que convertiría la basura en materia prima para asfaltar, Innviron, no sólo no pudo poner en marcha la planta generadora de energía, sino que tampoco puede depositarla correctamente en el vertedero controlado.
El tiempo demostró que hasta el momento esas promesas fueron “versos” que se hicieron humo, como el que contaminó el aire de la ciudad ayer, como consecuencia del incendio que se originó en la montaña de basura.
En este marco de promesas incumplidas, lo único que se puede rescatar es el trabajo silencioso de las integrantes de la Cooperativa 7 de Febrero, que día a día, con sus manos, seleccionan lo que puede ser reutilizable (plástico, papel, vidrio) para comercializarlo sin que contamine el medio ambiente y ganándose de esta manera la vida por medio del trabajo digno.
Lo demás, es puro “verso”.