Martín Barros, quien aparecía como el hombre que representaba a la subcomisión de fútbol de Alumni, anunció ayer su renuncia después de lo sucedido el pasado martes con el caso de Román Strada y esto provocó mayor movilidad dentro del club, con reuniones permanentes hasta el cierre de esta edición.
Barros argumentó su renuncia cuando dijo que es un "hombre de palabra", motivo por el cual se fue cuando vio "algo que no gustó", como había anticipado en su llegada. Y en este caso, el hecho que desencadenó su partida fue haberse enterado por radio de la partida del jugador, más allá que hasta ayer no había nada firmado con Talleres.
A todo esto, el joven empresario también indicó que su salida fue meditada con su novia (y próximamente madre de su hijo), pero aclaró que su renuncia es indeclinable porque es "un hombre de palabra y convicciones".
Cuando Barros explicaba los motivos de su salida en diferentes radios de la ciudad, por la tarde, integrantes de la subcomisión de fútbol y miembros de la comisión Directiva se reunieron rápidamente para recomponer la situación en el club, que todavía sigue sin poder mejorar el plantel para la próxima temporada del Argentino A.
Conseguir sponsors y ayuda de la comunidad es lo que urge hoy en la entidad fortinera, donde las internas se cobraron ayer la primera víctima, en este caso, el joven que aparecía como cabeza visible de una nueva propuesta y quien tenía pensado traer a un par de jugadores de renombre.
No obstante, Barros no quiso entrar en polémicas y dijo que seguirá colaborando en el club, pero esta vez desde afuera.

Preocupado

Mientras, el entrenador Víctor Riggio dijo estar "preocupado" por las indefiniciones que tiene Alumni y, si bien no fue drástico, sostuvo que espera tener por lo menos la base del equipo para el fin de semana.
En caso que no pueda contar con un panorama alentador entre mañana y el lunes, es posible que el "Tano" tome alguna decisión para lamentar en el seno del club.
"Yo estoy preocupado, tengo dos jugadores en las gateras, prácticamente convencidos para traer, pero ellos están viendo también con cierta preocupación lo que pasa acá", dijo Riggio, haciendo referencia al arquero Sebastián Hernández y al delantero Facundo Diz. De todas maneras, lo que más parece molestarle al DT salteño no es lo que sucede con los jugadores en sí.
"Esta ciudad debería preguntarse si está en condiciones de querer jugar el Argentino A", comentó, con un tono casi de resignación. Entonces pidió "a toda la comunidad" un esfuerzo para colaborar con la dirigencia para que Alumni pueda reunir el dinero suficiente.
Mientras, justo ayer comenzó la cuenta regresiva dentro del mes para el debut del equipo en el Argentino A, que será el 28 de agosto, en Córdoba y ante Racing.
Es por ello que, entrando la noche de la víspera, el dirigente Eduardo Rodríguez -h- salió a decir que las reuniones de comisión son permanentes, además, se quejó por las críticas de la prensa.
Parafraseando a Perón, el abogado local expresó: "Dicen que somos una bolsa de gatos; creen que nos estamos peleando y en realidad nos estamos reproduciendo".
Lo que no se reproduce, por ahora, es el entusiasmo de los hinchas de Alumni, que piden -a través de redes sociales y llamadas a las radios locales- que "se pongan las pilas", entre otras cosas de mayor voltaje.

Epígrafes: 1) Martín Barros era la cabeza visible de la subcomisión de fútbol, pero no quiso seguir tras el préstamo de Strada
2) Víctor Riggio trabaja sin polemizar, pero no dejó de ocultar su preocupación por lo que sucede en Alumni