Patricia Visir es psicóloga, docente universitaria y especialista en maltrato infantil. Será una de las disertantes de las jornadas que comienzan hoy destinadas a trabajadores y profesionales que están en contacto con niños y que pueden ser los que detecten el abuso antes que cause mayores daños en el niño.
Antes de llegar a Córdoba, la especialista dialogó con EL DIARIO explicando que “el abuso sexual infantil es uno de los maltratos más subdiagnosticados” porque, en casi todos los casos, los niños o niñas se ven obligados a guardar el secreto que es “lo que le garantiza al abusador la continuación de su maltrato”.
Otro planteo que realizó Visir es si este tipo de acciones se relaciona más con las clases sociales más desprotegidas, “lo que no es así, el abuso atraviesa todas las clases. Y, además, en cierto sentido los niños de clase media y alta se ven más desprotegidos porque, cuando se animan a contar lo que les pasa, se encuentran con el descreimiento de quien los escucha porque el razonamiento es el siguiente: ‘Cómo el ingeniero va a hacer esas cosas’, haciendo más difícil las cosas para esos niños”, indicó.
Entiende que para detectar el abuso, fundamentalmente, hay que estar dispuesto a escuchar. “Si un chico les cuenta que le pasa algo así, lo primero que tienen que pensar es que puede ser verdad y no mentira. La mayoría de los niños no miente sobre estas cosas”, dijo.
Visir asegura que si bien hay “modas” que hablan de que “hay chicos que son inducidos por madres alienadoras que buscan hacer daño a sus parejas o ex parejas, puedo decirle que en los 20 años que llevo en esto son muy pocos los falsos alegatos”.

Alerta

La psicóloga indicó que los profesionales y trabajadores que están en contacto con niños, como los docentes, deben estar alertas a los signos que dan los chicos. “Es cierto que una golondrina no hace un verano. No se puede guiar por un dibujo aislado, sino por una conjunción de hechos y dichos”, indicó.
El signo más evidente, que es el que da la certeza psicológica, es cuando se produce un relato. Si esto no ocurre, por la presión del niño abusado para guardar el secreto, hay que estar alerta a otros elementos como la merma de las actividades, la baja en el rendimiento escolar y las conductas sexualizadas que no sean las esperables para la edad.
Visir, quien es presidenta de Asapmi (Asociación Argentina de Prevención del Maltrato Infantojuvenil) señaló que la recuperación del niño abusado depende mucho de las características del abuso.
“Si bien todos los maltratos sexuales generan secuelas, no es lo mismo estar sometido a un exhibicionista que sufrir una penetración. También depende del tiempo y la relación de parentesco o de cercanía que haya con el abusador. Pero, en todos los casos, hace daño”, dijo la especialista.

El programa

Además de la psicóloga consultada, disertará en las jornadas organizadas por el Consejo de la Mujer, Juan Pablo María Viar, abogado especialista en violencia familiar y docente universitario.
El programa de las jornadas que concluyen el sábado prevé, entre otros, los siguientes ejes temáticos:
-“Mitos y realidades del abuso sexual infantil”
- “Niñez y adolescencia en riesgo”
- “Abuso sexual y responsabilidad civil. Responsabilidad del Estado”
- “El diagnóstico del trauma en el niño y la niña”
- “El abuso sexual infantil como traumatogénico. Los rastros del trauma en las producciones y juegos infantiles”
- “Motivos que llevan a hablar. Los rastros del trauma en la sintomatología. Dinámica de la familia abusiva”.

Estadísticas
Con particularidades de cada región, los expertos coinciden que internacionalmente la estadística demuestra que de cada cuatro niñas una es abusada y en el caso de los niños, uno de cada seis.
En la provincia de Córdoba las últimas estadísticas del Programa de Atención Interdisciplinaria para Víctimas de Delitos contra la Integridad Sexual del Consejo de la Mujer, dan cuenta que el 79% de las víctimas son mujeres, que el victimario tenía un vínculo familiar con la víctima en el 66% y que en el 74% de los casos las víctimas son menores de edad. El 18% de los casos se registra en la franja de 0 a 5 años, el 26% en la franja de 6 a 10 y el 29% en la de 11 a 17 años.