Tres efectivos de la Departamental San Martín de la Policía de la Provincia de Córdoba, entre ellos una mujer, fueron enviados la semana pasada como refuerzo a la Departamental Calamuchita, con motivo de las vacaciones de invierno. Los uniformados viajaron en un automóvil Fiat Siena, de la repartición que tiene asiento en esta ciudad.
El automóvil ingresó a la ciudad el lunes último a las 17.30 remolcado por un camión grúa, virtualmente destruido. Para entonces, la mujer ya había recibido atención médica en otra ciudad debido a las graves lesiones sufridas, entre ellas la pérdida de piezas dentarias, corte en la lengua y otras que obligaron a la aplicación de catorce puntos de sutura, entre otras prácticas médicas.
Pero, ¿qué fue lo que pasó? Fuentes ligadas al caso dijeron a EL DIARIO que la mujer, cuyas iniciales son L. R., se hallaba de servicio cuando un superior que supo revistar en Villa María, de apellido S., le ordenó que saliera a patrullar.

Diálogo aproximado

Eran alrededor de las 22.30 cuando se suscitó un diálogo como el que sigue:
L. R.: Yo no sé manejar, señor. Me están enseñando mis compañeros...
S.: Usted hace lo que yo le digo y sale a patrullar con el móvil.
L. R.: Ni siquiera tengo el carné de conducir.
S.: ¿No me escuchó?
L. R.: Sí, señor... lo que usted diga.
La mujer policía subió al móvil y partió de ronda con el Fiat Siena por las calles de Villa General Belgrano, hasta que alrededor de las 23 “incrustó” el vehículo en un pino de la plaza José Hernández de esa localidad serrana.
La noticia cayó pesada como una roca sobre la Comisaría local, que perdía un móvil y pasaba a contar con una agente menos en sus filas, sin que pueda saberse a ciencia cierta cuándo estará en condiciones físicas y psíquicas de regresar. Pero además, a la mujer se le impuso una sanción que la lleva a perder el 70%de sus ingresos.
Las mismas fuentes que confiaron el caso a este medio, indicaron que también ha sido momentáneamente apartado el jefe de la Departamental Calamuchita.

Una coartada para el señor S.

De cualquier manera, el jefe S. “podría escudarse en que su orden no está escrita en ningún lugar”, señalaron.
Y agregaron que “en su descargo podría decir que L. R. tomó el móvil sin autorización, algo que tampoco lo libraría de toda culpa, por cuanto el vehículo estaba bajo su responsabilidad”.
El caso fue manejado en un clima de hermetismo dentro de la fuerza pero fue filtrado a este medio debido al malestar que generó entre algunos de los uniformados.
“No puede ser que le hayan hecho hacer semejante cosa a la piba. Si no sabía manejar... Para nosotros el carné es gratis pero solamente sirve para conducir vehículos oficiales. Y muchos hombres nuestros andan con ese carné en sus autos particulares. No puede ser, está todo mal y la piba no tiene la culpa de lo que pasó allá en las sierras”, dijo la voz más indignada.