El dato

Según estadísticas Area de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud, por cada hombre que sufre ataques de pánico, hay 2,5 mujeres que lo padecen.

La titular del Consejo Municipal de la Salud de Villa María, la médica Mildren Del Sueldo, confirmó a EL DIARIO que los casos de ataques de pánico “es algo que viene creciendo en su incidencia” en la ciudad.
Ante la consulta de este matutino, indicó que “ probablemente esté motivado por el nivel de vida actual, en donde parece que todo tiene que ser urgente, que tiene que ser ya”, conducta que “genera estrés y angustia” lo que lleva a “manifestarse con estos síntomas” de pánico.
Ante el pedido de precisiones, la funcionaria señaló que “es muy difícil hablar de estadísticas a nivel local porque muchos de ellos no se registran o se interpretan de otra forma”, pero resaltó que “notamos un mayor número de consultas”.
Los síntomas son variados, según explicó, citando la “dolencia física, miedo, sudoración, angustia, fobia a ciertas cosas, todos cuadros que expresan más o menos lo mismo”.
¿Cómo se sale? Ante el interrogante de este cronista, Del Sueldo explicó que se hace “tratando de entender por qué se producen estas situaciones, cambiando el estilo de vida, recurriendo a buscar ayuda, en el equipo de salud mental hay atención psicológica en todos los centros”.
La médica subrayó que “se puede curar” y que el tratamiento “a veces es muy simple y otros más complicados”. “No soy especialista idónea en el tema pero por supuesto que se cura”, resaltó la titular de Salud.

s De qué se trata

La persona que sufre episodios de pánico se siente súbitamente aterrorizada sin una razón evidente para sí misma o para los demás. Durante el ataque se producen síntomas físicos muy intensos: taquicardia, dificultad para respirar, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos.
La crisis puede ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso. Durante un ataque se presenta al individuo una súbita aparición de un nivel elevado de ansiedad y excitación fisiológica.
El miedo intenso puede darse junto a una percepción de irrealidad y de no reconocimiento del entorno.
No dura mucho, pero es tan intensos que la persona afectada lo percibe como muy prolongado.
El individuo puede sentir que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de un lugar o de una situación temida (aspecto congruente con la emoción que el sujeto está sintiendo).
El hecho de no poder escapar físicamente de la situación de miedo extremo en que se encuentra el afectado, acentúa sobremanera los síntomas de pánico.
Experimentar un ataque de pánico es una terrible, incómoda e intensa experiencia que suele relacionarse con que la persona restrinja su conducta, lo que puede conducir, en casos, a adoptar conductas limitativas para evitar la repetición de las crisis.
El trastorno puede desembocar en agorafobia, por miedo a presentar nuevas crisis si se presenta una fuerte conducta evitativa de parte del afectado.
A veces el fenómeno de crisis se reproduce durante el sueño.
La edad de inicio de este tipo de trastorno (entre 18 y 25 años la mayoría de los casos) puede hacer pensar que el problema esté relacionado con la desvinculación y la autonomía personal, aunque también, como lo señalaba Del Sueldo, puede obedecer al ritmo de vida y los altos niveles de exigencia a los que se está expuesto en el mundo actual.

Qué hacer

Si usted se encuentra ante una persona con ataque de pánico, puede tener una actitud de contención, de seguridad y de tono verbal cálido y afectivo. Trate de serenar a la persona, de llevarle tranquilidad expresando que todo va a pasar, que no tiene un infarto, etcétera. Intente tener un contacto corporal que sea lo más abarcativo posible y pruebe expresar con caricias lo importante que es la persona que se siente mal, para que ella pueda "leer" y darse cuenta que no está sola. Luego, puede ayudar en la búsqueda de la ayuda de especialistas.