Mientras los dirigentes dicen percibir algo más de paz en el grupo, en Alumni la preocupación se acentúa por el armado del plantel que desde mañana comenzaría la pretemporada rumbo al torneo Argentino A.
La demorada llegada de los refuerzos que faltan y las diferencias entre la directiva y el cuerpo técnico para cerrar el número de jugadores que están a prueba, dominan por ahora la realidad del "Fortinero", que ayer hizo fútbol en Plaza Ocampo, con algunas novedades interesantes, como la corta visita del intendente Eduardo Accastello.
En la fría mañana de domingo, el mandatario municipal se acercó hasta la "Placita", pero sólo por un par de minutos, habló con dos dirigentes y luego se retiró, ante la atenta mirada de quienes se encontraban observando la práctica.
Afrontar los gastos del hotel de la concentración en la pretemporada y algunos elementos para el entrenamiento serían parte de la colaboración del intendente, como para cumplir con el compromiso asumido ante el club, previo a las elecciones.
En el estadio también estuvo Martín Barros (el joven empresario que renunció a la subcomisión de fútbol), quien a pesar de las críticas de la dirigencia, quiso acercarse para ver en acción a los jugadores.
No obstante, lo más importante pasaba por las definiciones que al final no llegaron, ya que Riggio no pudo contar en la práctica con el arquero Sebastián Hernández ni con el delantero Facundo Diz, quienes -a priori- asomaban como los próximos refuerzos del plantel.
Hernández podría llegar entre hoy y mañana, pero el caso de Diz es una incógnita, ya que no hubo contactos con él ni con su representante en las últimas horas.
A todo esto, el "Tano" se mostró preocupado durante y después del entrenamiento, sobre todo porque había pedido que los refuerzos llegaran en el lapso del fin de semana. Es por ello que apenas terminó el trabajo, llamó por teléfono a Hernández y le dijo a la prensa que entre hoy y mañana tendrá mayores noticias.
Con este panorama, Riggio se limitó a ensayar con lo que tiene a mano, es decir, los pocos refuerzos que llegaron y la buena cantidad de jugadores que están a prueba, otro punto en discusión.
Es que, entre los jugadores que se presentaron para definir su futuro, el técnico eligió a seis como potables refuerzos, pero la dirigencia le habría limitado el número a dos, teniendo en cuenta lo que puede pagar y a la espera de los próximos refuerzos. Encima, Riggio no quiere saber más nada con los jugadores que le ofrecen para traer y espera por los que pidió.
"Me llaman para traer diablos... Y para diablo juego yo", expresó el "Tano" con una preocupación lógica. No obstante, también reconoció que los vaivenes que hubo en el plano dirigencial "nos hicieron perder diez días de trabajo" y que eso "se va a sentir" en el inicio del torneo.
Entre los jugadores que estuvieron en evaluación y que Riggio habría aprobado figuran el lateral Luis Lallana (ex Instituto), el arquero Germán Oviedo (ex Defensores de Belgrano), el defensor central Juan Torres Mazzoni (ex River y Defensores de Belgrano), el volante Ezequiel Reina (estuvo siete años en Rosario Central) y el delantero Santiago Cesanelli (viene de Newell's), como así también el villanovense Diego Torres (ex Chacarita).
Lallana tiene buenas condiciones; "muerde" en cada pelota, tiene criterio para salir desde el fondo y mucho despliegue. Torres Mozzoni parece un central aplacado y muestra que su experiencia (tiene 30 años) le permite tranquilidad para limpiar la jugada desde atrás. Reina trabaja bien por las bandas, toca y busca, también con mucho despliegue. Cesanelli es del gusto de Riggio, algo lento, pero con criterio y sacrificio (ayer marcó un gol), mientras que Torres es más conocido por estos lares, con calidad para actuar de enganche y características similares al "Zapallito" Aimar.
Lo que llamó la atención fue que ayer apareció el villamariense José "Peto" Villagra (volante central, ex Newell's, que jugó en el seleccionado argentino Sub 17), pero cuando se enteró que iba al banco en el arranque del entrenamiento, resolvió irse, sorprendido por la decisión.


¿Vuelve Rodrigo?

Por otra parte, uno de los que observó la práctica de ayer fue el villamariense Rodrigo Santoni, quien se reunió con algunos dirigentes, aunque sin mayores definiciones.
El delantero lleva seis temporadas en el fútbol asiático (Indonesia y Malasia), donde convirtió muchos goles y tendría pensado volver a Alumni este año.
Más allá de todo, Riggio espera que los dirigentes se aboquen a traer los jugadores que faltan.
"Tres o cuatro refuerzos restan por llegar", dijo el "Tano", antes de seguir deliberando para conformar el plantel de 30 futbolistas que esta semana se abocará a la pretemporada.


Buscan dinero

A medida que el tema de los refuerzos es urgente, los dirigentes saben que para contratar, primero hay que borrar de plano la inhibición que ejerció Luciano De Bruno, al reclamar una deuda cercana a los 30 mil pesos.
En ese sentido, Eduardo Rodríguez -h- confirmó que esta semana, un par de miembros de la comisión Directiva viajará a Buenos Aires para definir el tema.
Al parecer, Guillermo Morellato -presidente- es quien debe trasladarse hasta la Capital para buscar un dinero que debe abonar Chacarita, luego del traspaso de Carlos Herrera. Y con ello, el club podrá afrontar la suma que reclama De Bruno, ya que sólo así podrá luego contratar jugadores.
En tanto, Rodríguez indicó que esta semana será fundamental también para terminar de conformar bien el grupo de trabajo ("sin cabezas, todos en trabajo horizontal", afirmó), con la idea de ultimar detalles para definir el presupuesto y las formas de afrontar los gastos que ocasionará la temporada.