Así lo informó el infectólogo Darío Quinodoz, quien atribuyó tal demora al temor a la discriminación social que sufren los pacientes de dicha enfermedad.
"La ciencia ha avanzado mucho en el tratamiento biológico del virus de Inmuno Deficiencia Humana (VIH), pero muy poco en el tratamiento social de la enfermedad", sostuvo el experto local, quien viene dando charlas en distintos ámbitos para combatir el rechazo social que sufren las personas que viven con VIH.
Por ejemplo, el profesional organizó en el mes de junio un encuentro de actualización sobre VIH/SIDA en el auditorio de OSDE, al que asistieron unos setenta profesionales de distintas áreas del conocimiento.
Según el estado de desarrollo de la enfermedad se pueden distinguir tres fases: la inicial, precoz o aguda, donde el paciente puede no presentar síntomas, la intermedia o crónica, que dura varios años, y la fase final, de crisis o de SIDA, que coincide con una profunda alteración del estado general del paciente. Si el diagnóstico es tardío, la persona afectada durante años pudo haber estado trasmitiendo el virus a otras personas.
"Es necesario deconstruir los prejuicios, los estigmas y la discriminación que padecen las personas que viven con VIH", sostuvo el profesional.
"La discriminación se produce con mucha frecuencia entre los compañeros de trabajo, las instituciones y en cualquier grupo social que estas personas frecuentan", alertó el infectólogo.
Esta situación perjudica la calidad de vida y el control de la enfermedad, ya que la persona afectada "prefiere mantener en secreto su dolencia, eligiendo poblaciones alejadas para tratarse, para que no se sospeche que vive con VIH".
"Esta solución no ayuda, porque agrega más trastornos de pérdida de tiempo, exige más dinero para viajes, y genera una incomodidad que termina desalentando, y el paciente puede abandonar el tratamiento", observó, tras recordar que "en nuestra ciudad están dadas todas las condiciones para tratar el VIH/SIDA".
Quinodoz dijo también que "por ese motivo, los médicos debemos explicar claramente a la población esta problemática, para combatir la discriminación. Es necesario que nos pongamos en la piel de una persona con VIH".
Por otra parte, afirmó que "con los avances científicos, la discriminación quedó definitivamente fuera de lugar. En 1981 empezó con ciertos grupos de riesgo, pero ahora afecta a toda la población por igual, y hoy la mayor cantidad de transmisiones del virus se producen en relaciones heterosexuales".
"Con tratamiento, una persona afectada puede hacer una vida normal", recordó, por lo que recomendó que "si alguien tuvo una relación sexual ocasional, que se haga un examen de VIH".


Recomendaciones ante la nueva ola de frío polar

Tras conocerse el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional que anticipa para estos días la presencia de una ola de frío polar en gran parte del territorio nacional, el Ministerio de Salud recordó que lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo al toser o estornudar, constituyen pequeños actos que contribuyen a disminuir el impacto de las enfermedades respiratorias.
También se aconseja tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos; ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros lugares cerrados; mantener limpios picaportes y objetos de uso común, no compartir cubiertos ni vasos y enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y el hogar.
La persistencia de las bajas temperaturas suele aumentar la incidencia de patologías como la gripe, por lo que tomar estas medidas básicas de prevención colabora en la disminución de las probabilidades de contagios.
Además, la cartera sanitaria nacional recuerda que las personas comprendidas en los grupos de riesgo aún pueden y deben vacunarse contra la gripe, lo que podrán hacer en forma gratuita en cualquier centro de salud del país. Están en esa situación las embarazadas y puérperas; los niños de 6 meses a 2 años (quienes deben aplicarse dos dosis); las personas entre 2 y 64 años con enfermedades de base y el personal del sistema de salud.
Otro problema frecuente son los peligros que acarrea la exposición al monóxido de carbono, un gas altamente tóxico producido por el mal uso de estufas, calefones, braseros y otros artefactos cuyo uso aumenta en estas épocas.
Un capítulo aparte merece el cuidado de los bebés y niños. Es importante saber que la prevención de la mayoría de las enfermedades empieza con la lactancia materna. A través de ella, se transmiten defensas que permiten que los niños estén en mejores condiciones para enfrentarlas; por eso, si su bebé está enfermo, además de consultar inmediatamente al médico, es fundamental que no deje de amamantarlo.
Por otra parte, si un niño menor de 5 años presenta fiebre, ruidos al respirar, tos, decaimiento o rechaza la comida, esto debe ser entendido como un “signo de alarma” y hay que llevarlo sin demora al centro de salud más cercano. Allí los profesionales podrán detectar y tratar a tiempo las infecciones respiratorias, impidiendo que desarrollen cuadros graves.
Específicamente los niños de entre 6 meses y 2 años deben aplicarse la vacuna antigripal, al igual que las mujeres que tienen bebés menores de 6 meses para protegerlos a través de la leche materna.
Los ambientes donde se encuentran los niños deben ser ciento por ciento libres de humo de tabaco dado que el mismo disminuye el funcionamiento de las defensas del aparato respiratorio en los niños más pequeños.
El cuidado del aire interior de las viviendas también requiere evitar el humo de leña, ventilar las habitaciones donde hay brasas o una llama porque producen monóxido de carbono (un gas altamente tóxico), cuidar la casa del moho y la humedad para prevenir el desarrollo de bacterias y evitar la aplicación de insecticidas en aerosol.