El subsecretario de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Villa Nueva, Fabián Pastorak, reveló que “se redujo notablemente” el número de casos que dan positivo en los controles de alcoholemia que se realizan en las puertas de los boliches de la ciudad durante los fines de semana.
“Cuando empezamos a realizarlo la cantidad era excesiva, porque los chicos llegaban con la famosa ‘previa’, pero hoy por hoy se redujo notablemente”, afirmó el funcionario, aunque no pudo brindar porcentajes.
El integrante del Gabinete de Guillermo Cavagnero confió que los empresarios de locales nocturnos le dicen que “esta es la única ciudad donde se realizan este tipo de controles en las entradas y salidas de los clientes”, pero adelantó que continuará implementándolos.
“Son quejas de los empresarios, a quienes también escucho, por supuesto, pero bueno, si no lo hacen otros, lo hacemos nosotros”, declaró.
Pastorak precisó que “no se hace a todos los clientes sino que se va observando las condiciones en las que llegan a las confiterías o en las que salen”. “No nos alcanzan los alcoholímetros para hacerlo con todos y, además, no podemos interrumpir la circulación y generar un caos parando a todos”, argumentó.
¿Qué pasa cuando el nivel de alcohol en sangre supera lo permitido? “Queda demorado hasta que se le pase, que orine y se sienta mejor o maneja un amigo si es posible”, indicó.
El funcionario precisó que siempre hay dos móviles de Seguridad Ciudadana recorriendo la ciudad y que llegan de manera sorpresiva a los boliches a hacer los tests.
Ante nuestra requisitoria, calculó que hay unas cinco mil personas que circulan por la ciudad los sábados a la noche, por los cuatro boliches y los salones de fiesta que funcionan.